Francisco bautizó a 16 niños en la Capilla Sixtina, el domingo 7 de enero, en la fiesta del Bautismo del Señor, tras destacar que dieron «el testimonio de cómo se recibe la fe: con inocencia, con apertura de corazón». El Pontífice reiteró a los padres y padrinos de los menores la importancia de la celebración en la que les darán «el don de la fe a nuestros hijos».
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Suscríbase al boletín de VenL«Ellos son los protagonistas de esta ceremonia: pueden hablar, ir, gritar. Ellos mandan, porque es su fiesta y van a recibir el don más hermoso: el don de la fe, el don del Señor. Si lloran —por el momento callan, pero basta que uno dé la nota y comienza el concierto—, déjenlos llorar; si tienen hambre, denles de comer, tranquilamente, aquí…», precisó el Papa, quien alentó a los padres y padrinos a que «sus vidas sean de ayuda para estos niños».
Exhortó a ayudarlos «a crecer y los acompañen en su crecimiento, porque ésta es una manera de ayudar para que crezca en ellos la fe». Además, volvió a invitar a que recuerden a los niños este día, puesto que «es la fecha del nacimiento». «La fecha del nacimiento es como un cumpleaños. En el Bautismo me hice cristiano. Enseñen esto a los niños para que lo recuerden cada año», aseguró.
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