Cardenal Krajewski reparte medicamentos y alimentos en Ucrania

El limosnero pontificio, Konrad Krajewski, distribuyó asistencia en Jersón y Vínnitsa tras la destrucción de la presa de Nueva Karjovay, al ir por sexta vez como enviado de Francisco a Ucrania. Explicó que llevaron «artículos de primera necesidad y camas, porque todos los pueblos estaban inundados y la gente no tenía dónde dormir».

Cardenal Krajewski reparte medicamentos

El cardenal y limosnero pontificio, Konrad Krajewski, distribuyó medicamentos y alimentos en Jersón y Vínnitsa, y también ayudó a los voluntarios a descargar algunas camas de los camiones, al ir por sexta vez como enviado de Francisco a Ucrania donde se desplazó en particular a las zonas inundadas para repartir la ayuda humanitaria urgente tras la destrucción de la presa de Nueva Karjova. El purpurado precisó que los afectados «no tienen ni siquiera donde dormir porque el agua lo destruyó todo».

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«La amenaza aún está presente, no nos acostumbramos estos días, pero ellos conviven con ella, están bastante tranquilos, casi se podría decir que no reaccionan a las sirenas, simplemente viven y nosotros intentamos seguir adelante junto a ellos. Condujimos muy lejos hacia la presa, donde pueblos enteros quedaron inundados. Atravesamos los campos porque las carreteras también están destrozadas», lamentó, tras indicar que llevaron «artículos de primera necesidad y camas, porque todos los pueblos estaban inundados y la gente no tenía dónde dormir». Además, indicó que la zona en la que se movilizaron «todavía hay combates en curso».

Explicó que como no tienen vehículos todoterreno tuvieron cuidado para no quedarse inmovilizados en algún sitio con los vehículos, puesto que hay mucha agua. «Atravesamos una zona en la que el coche estaba sumergido a mitad en el agua, utilizando también puentes para barcas, porque los antiguos estaban destruidos. Nos encontramos con un grupo de lugareños que, al vernos, se volvieron locos de alegría porque alguien se acordara de ellos, porque alguien estuviera con ellos», enfatizó, al reiterar que los ataques no cesan. «Para no poner en peligro a la población local y no atraer el fuego sobre ellos, nos movimos rápidamente y no permanecimos mucho tiempo en ningún lugar», enfatizó.

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