Un tribunal laboral de Reino Unido apoya a Mary Onuoha, una enfermera católica al dictaminar que el sistema público de salud del país (NHS) la acosó y discriminó de forma injustificada por llevar una cruz colgada del cuello en su trabajo. La enfermera, especialista en quirófano y nacida en Nigeria, se vio obligada a dejar el hospital tras más de 15 años por la persecución de sus superiores, dado que incluso un alto cargo del sistema de salud llegó a interrumpir una cirugía para reprenderla por su pequeña cruz de oro mientras la paciente estaba en el quirófano bajo anestesia general, tal como indicó ‘Catholic Herald’. Precisó que en ese momento la autoridad no dijo nada por el anestesista, presente en la operación, que llevaba pendientes y un colgante.
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Suscríbase al boletín de VenLEl juez consideró que la enfermera de 61 años tenía razón al denunciar de manera formal la discriminación que sufrió por llevar una cruz, en el contexto en el que a otros miembros del personal se les permitió usar turbantes, saris, hiyab, gorros y —a menudo— colgantes. El Tribunal de Reino Unido, que apoya a Onuoha, aseveró que este órgano del sistema de salud atacó a la enfermera católica «sin una causa razonable y adecuada» y que su trato violó sus derechos humanos y creó un «ambiente humillante, hostil y amenazante» para la mujer. ‘Christian Legal Center’ enfatizó que el resultado del caso desarrolla un principio legal más amplio, dado que los empleadores no pueden discriminar a los empleados por manifestaciones razonables de fe en el lugar de trabajo. Onuoha se vio obligada a dejar su trabajo en el hospital de la Universidad de Croydon en el sur de Londres en el verano de 2020 después una campaña de 2 años emprendida en su contra por sus superiores y jefes del NHS.
En inglés, con traducción al castellano.
El tribunal aseguró que interrumpir la cirugía mientras un paciente estaba en la mesa de operaciones para retar a esta enfermera católica por su collar fue «prepotencia». «Ella —la gerente— literalmente interrumpió la cirugía para abordar el problema. Se trataba de tratar el asunto como si fuera una emergencia, pero desde cualquier punto de vista no lo era. Esa conducta creó un ambiente ofensivo, hostil e intimidante», afirmó el fallo, que explicó que «impedir que los cristianos muestren la cruz fue una característica de campañas de persecución más amplias» en algunas partes del mundo. Además, reconoció que «hay enseñanzas bíblicas que imploran a los cristianos que sean abiertos sobre su fe y no la escondan», tras aceptar la prueba pericial del doctor y teólogo Martin Parsons. «Saco mi fuerza de mirar la cruz. Estoy muy orgullosa de ser cristiana y estoy orgullosa de llevar mi cruz», precisó Onuoha.
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