La Policía defiende catedral de Salta de ataque ultrafeminista, en las manifestaciones por el Día Internacional de la Mujer, durante la noche del lunes 8 de marzo. Las agresoras quemaron muñecos, arrojaron bengalas y otros objetos contundentes a la vereda del templo, que tenía muchas vallas y una fuerte custodia policial, mientras cantaban consignas contra la Iglesia católica.
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Suscríbase al boletín de VenLLos efectivos policiales salteños que custodiaban la catedral fueron enfrentados por el grupo de ultrafeministas, que tiraron las vallas de seguridad e intentaron ingresar con bengalas en la mano al templo. Las manifestantes también agredieron a un periodista y a un camarógrafo que cubrían el hecho. «Encontramos bombas molotov y piedras, si no fuera por las rejas nos mataban de una pedrada. Ayer nos quedamos hasta las 12 limpiando las paredes. Tiraron bengalas dentro del templo. A nosotros nos salvaron las rejas, porque nos tiraron una piedra y nos tapó la reja. El cabecilla que manejaba la manifestación estaba encapuchado. Desde temprano empezaron a provocar, porque iban y venían por el paseo peatonal y provocaban. La Policía no puede actuar y hoy se perdió el derecho de la seguridad», indicó un trabajador de la catedral salteña a ‘Canal 9 Multivisión’.
Palabras del arzobispo Cargnello
El arzobispo de Salta, Mario Cargnello, habló con ‘Todo Salta Noticias’ acerca del tenso momento vivido cuando un grupo de ultrafeministas se acercó a la catedral. Precisó que recibió actos de violencia también «la imagen peregrina del Señor». «Por eso nos duele más. Es como que hubieran atacado el corazón del ser del salteño. Estamos perplejos porque no podemos entender una reacción así de gente de Salta», lamentó el prelado, quien recordó que ya fueron agredidos «en otras ocasiones, pero eran manifestaciones de gente no salteña». «Aquí era gente salteña y chicas jóvenes, lideradas por gente con la cara tapada. Uno no puede entender y te duele porque la ofensa es a Dios Nuestro Señor en su imagen y a los hermanos», aseguró.
«Me pongo a pensar en la cantidad de gente que a lo largo de la pandemia se para ahí —en la entrada—, hombres, mujeres, niños, ancianos a pedir fuerzas. No se dan cuenta —las agresoras—que no nos ofenden a nosotros sino al Señor y a la gente, eso es lo que no logro entender», enfatizó. «Yo salí sin saber lo que había pasado, porque estaba en una reunión, mucho después salí. Vi que estaban policías, las vallas. Después me habla tarde el padre Javier y ahí me entero de todo esto. La verdad que dolió, duele», indicó Cargnello. Aseguró que no van a «pedir la cárcel para ninguno», pero sí piden que «las leyes contengan esto, no permitan estos desmadres». Exhortó a «que los que tienen que hacer las leyes, legisladores provinciales o municipales, miren lo que está sucediendo» en la comunidad.
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