El obispo de San Rafael, Eduardo Taussig, permite a los párrocos y administradores parroquiales para dar la «comunión en la boca a los fieles que así lo piden, con las debidas cautelas sanitarias» por la pandemia de COVID-19, en un escrito firmado el 25 de marzo pasado. Con la nueva resolución queda sin efecto la disposición que regía desde el 13 de junio de 2020, junto con el regreso de las celebraciones con fieles en Mendoza, de suministrar sólo la comunión en la mano —el prelado fundamentó su decisión en un video—.
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«Teniendo en cuenta la situación epidemiológica en los 3 departamentos de la diócesis, habiendo escuchado el parecer de sus autoridades competentes y ante la inminencia de la Semana Santa, deseo procurar el mejor bien espiritual de las almas, la pacificación de los corazones heridos y avanzar en un camino de reconciliación y unidad. Por ello resuelvo que cada párroco o administrador parroquial, en el ámbito de su propia jurisdicción si lo ve oportuno, autorice a dar la comunión en la boca a los fieles que así lo piden, con las debidas cautelas sanitarias», afirmó el obispo Taussig. El prelado aclaró que la medida va en consonancia con disposiciones adoptadas en otras diócesis, como la de San Luis.
Recordó que la Iglesia «pone en igualdad de condiciones los modos legítimos de comulgar en la Argentina —en la mano o en la boca—». Taussig agradeció «a todos los sacerdotes que han honrado sus promesas y obediencia, como así también a los religiosos, consagrados y a todos los fieles laicos que han aceptado con fe y genuina devoción las medidas vigentes hasta ahora». Asimismo, exhortó a los que no lo hicieron «a que con humildad y actitud eclesial se valgan de esta nueva prescripción para retomar un camino de comunión con el obispo y con la Iglesia diocesana, y para reparar el escándalo suscitado y sanar las heridas del pueblo de Dios».
La medida de Taussig, tomada hace 9 meses atrás, derivó primero en manifestaciones de los fieles para mostrar su desacuerdo de recibir la comunión sólo en la mano, y luego en el cierre del seminario Santa María Madre de Dios. En agosto de 2020, el prelado explicó en una entrevista en TV la «problemática con el tema de la Comunión, en particular en la mano, y que tuvo su repercusión en el seminario». Tras conocerse el cierre del seminario, una directiva de la Santa Sede, también hubo distintas protestas en San Rafael, Alvear y Malargüe. Incluso en diciembre pasado, un sacerdote —que iba a realizar un descargo sobre su participación en una protesta ocurrida en Malargüe— quedó suspendido de sus funciones ministeriales por agredir físicamente a Taussig.
Nuevas disposiciones del obispo Taussig en PDF.
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