«Los captores se sorprendían de cómo el padre Noah podía aguantar, le dieron comida 4 veces en 10 días»

El padre Fausto Cruz Rosa, superior mayor de la Delegación de Antillas de los Misioneros Claretianos, dio detalles de los días que pasó en cautiverio el padre Antoine Macaire Christian Noah, el misionero camerunés que logró escapar ileso de la banda criminal que lo secuestró en Haití, y que por su seguridad fue trasladado a República Dominicana.

«Los secuestradores se sorprendían de cómo

El padre Fausto Cruz Rosa, superior mayor de la Delegación de Antillas de los Misioneros Claretianos, precisó a ‘ACI Prensa’ los detalles, el jueves 2 de marzo, de los días que pasó en cautiverio el padre Antoine Macaire Christian Noah, el misionero camerunés que logró escapar ileso de la banda criminal que lo secuestró en Haití, y que por su seguridad fue trasladado a otro país. El sacerdote claretiano de 33 años, ordenado hace poco menos de 2 años, fue raptado en el 7 de febrero pasado, cuando se dirigía a su comunidad misionera en Kazal, al norte de Puerto Príncipe. Actualmente se encuentra en Santo Domingo, República Dominicana, a donde fue enviado por su congregación.

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Destacó que el padre Noah «es una persona de mucha oración, muy espiritual, muy serena». «Los secuestradores se sorprendían de cómo el sacerdote podía aguantar, porque solo le dieron comida 4 veces en 10 días y un poco de agua», aseguró. Indicó que «el padre Noah estuvo 10 días secuestrado, aislado, en alguna casa abandonada de las afueras de Puerto Príncipe». «Al décimo día, cuando ellos habían salido, pudo escapar. Los sujetos salían con frecuencia en las noches y lo dejaban encerrado en una de las viviendas de las que suelen apoderarse las bandas en Haití y donde podía haber más personas», precisó el padre Cruz.

Explicó que cerca de la 1 de la mañana del 17 de febrero el padre Antoine hizo un hoyo en el techo de la habitación donde lo habían recluido para salir al exterior, y luego empezó a correr hasta llegar a un camino. «Corrió mucho hasta las 5.30 de la mañana, hasta llegar a un pueblo vecino llamado Cabaret. Allí, un sacerdote conocido lo recibió en su parroquia. Él estuvo ahí unos días hasta que logramos llevarlo a la isla de Gonave, y posteriormente a la capital en dirección al aeropuerto», relató, al sostener que el sacerdote regresaba a Haití luego de hacer los ejercicios espirituales de su delegación en República Dominicana. El padre Cruz indicó que el presbítero camerunés está «dispuesto a volver, cuanto antes, a Haití», pero ellos le recomendaron que «esté afuera por el momento».

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