TEMA 22: EUCARISTÍA (1).

Por Juan María Gallardo.

Naturaleza sacramental de la Santísima Eucaristía

La Eucaristía es el sacramento que hace presente, en la celebración litúrgica de la Iglesia, la Persona de Jesucristo —todo Cristo: Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad— y su sacrificio redentor, en la plenitud del Misterio Pascual de su pasión, muerte y resurrección. Esta presencia no es estática o pasiva —como la de un objeto en un lugar— sino activa, porque el Señor se hace presente con el dinamismo de su amor salvador: en la Eucaristía. Él nos invita a acoger la salvación que nos ofrece y a recibir el don de su Cuerpo y de su Sangre como alimento de vida eterna, permitiéndonos entrar en comunión con Él —con su Persona y su sacrificio— y en comunión con todos los miembros de su Cuerpo Místico que es la Iglesia.

Presentación de tema 22: Eucaristía (1)

En efecto, como afirma el Concilio Vaticano II, «Nuestro Salvador, en la Última Cena, la noche en que fue entregado, instituyó el sacrificio eucarístico de su Cuerpo y su Sangre, para perpetuar por los siglos, hasta su vuelta, el sacrificio de la cruz y confiar así a su Esposa amada, la Iglesia, el memorial de su muerte y resurrección, sacramento de piedad, signo de unidad, vínculo de amor, banquete pascual ‘en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la gloria futura’» (SC 47).

La promesa de la Eucaristía y su institución por Jesucristo

El Señor anunció la Eucaristía durante su vida pública, en la Sinagoga de Cafarnaún, ante quienes le habían seguido después de ser testigos del milagro de la multiplicación de los panes, con el que sació a la multitud (cf. Jn 6,1-13). Jesús aprovechó aquel signo para revelar su identidad y su misión, y para prometer la Eucaristía: «En verdad, en verdad os digo que Moisés no os dio el pan del cielo, sino que mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que ha bajado del cielo y da la vida al mundo. —Señor, danos siempre de este pan—, le dijeron ellos. Jesús les respondió: —Yo soy el pan de vida… Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. Si alguno come este pan vivirá eternamente; y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo… El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitaré en el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Igual que el Padre que me envió vive y yo vivo por el Padre, así, aquel que me come vivirá por mí» (cf. Jn 6,32-58).

Jesucristo instituyó este sacramento en la Última Cena. Los tres evangelios sinópticos (cf. Mt 26,17-30; Mc 14,12-26; Lc 22,7-20) y san Pablo (cf. 1Co 11,23-26) nos han transmitido el relato de la institución. He aquí la síntesis de la narración que ofrece el Catecismo de la Iglesia Católica: «Llegó el día de los Ázimos, en el que se había de inmolar el cordero de Pascua; (Jesús) envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id y preparadnos la Pascua para que la comamos… fueron… y prepararon la Pascua. Llegada la hora, se puso a la mesa con los Apóstoles; y les dijo: ‘Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios’ … Y tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: ‘Esto es mi Cuerpo que va a ser entregado por vosotros. Haced esto en recuerdo mío [en conmemoración mía; como memorial mío]’. De igual modo, después de cenar, el cáliz, diciendo: ‘Este cáliz es la Nueva Alianza en mi Sangre, que va a ser derramada por vosotros’» (Catecismo, 1339).

Jesús celebró pues la Última Cena en el contexto de la Pascua judía, pero la Cena del Señor posee una novedad absoluta: en el centro no se encuentra el cordero de la Antigua Pascua, sino Cristo mismo, su «Cuerpo entregado (ofrecido en sacrificio al Padre, en favor de los hombres) … y su Sangre derramada por muchos para remisión de los pecados». Podemos pues decir que Jesús, más que celebrar la Antigua Pascua, anunció y realizó —anticipándola sacramentalmente— la Nueva Pascua.

Fragmento del texto original de Tema 22: Eucaristía (1).

  • (1) Libro electrónico «Síntesis de la fe católica», que aborda algunas de las principales verdades de la fe. Son textos preparados por teólogos y canonistas con un enfoque primordialmente catequético, que remiten a la Sagrada Escritura, el Catecismo de la Iglesia Católica, las enseñanzas de los Padres y el Magisterio.

TEMA 22: EUCARISTÍA (1).

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