El gobierno de Irak restituyó al cardenal y patriarca de los Caldeos, Louis Raphael Sako, como líder de la Iglesia caldea en el país y el mundo, tras el decreto firmado por el primer ministro irakí, Muhammad Shiaa al-Sudani, divulgado el martes 11 de junio, en el que lo reconoce como responsable último de los bienes y dotaciones de su Iglesia patriarcal.
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El decreto reconoció las prerrogativas patriarcales del purpurado y retomó la vía para superar la crisis de relaciones entre el Patriarcado caldeo y la dirección político-institucional de Irak desde julio de 2023, que llevó a Sako a abandonar la sede patriarcal de Bagdad y trasladarse a Erbil. El presidente de Irak, Abdul Latif Rashid, revocó el decreto que, desde la elección de Sako en 2013, lo reconocía como líder de la Iglesia caldea, lo que implicaba que dejaba de ser el administrador de sus bienes.
La medida gubernamental se tomó después de varios meses de desencuentros entre el purpurado y el político cristiano Rayan al Kildani, líder del Movimiento de Babilonia. «Volveré a Bagdad. Estoy muy satisfecho, porque prevaleció el Estado de derecho, lo que da más esperanza a los cristianos sobre el respeto a sus derechos», indicó el purpurado. Desde el comienzo de la crisis, Sako regresó una vez a Bagdad para reunirse con el Primer Ministro Soudani.
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