El obispo de Formosa, Goias, Brasil, Adair José Guimarães, sostuvo que «el campo de la Iglesia es la evangelización, es el celo, el cuidado de las almas, el cuidado de los pobres, de los que sufren», en la homilía de una reciente Misa de Confirmación en la parroquia Santa Catarina de Sena, en Damianópolis. «¿Qué tiene que hacer la Iglesia en medio de todo esto?», preguntó, al reflexionar sobre el contexto por la pandemia. El prelado precisó que la Iglesia «no se convierte en una contadora de muertes», sino que debe preparar a los fieles para la vida eterna.
Colabore con Verdad en Libertad
Afirmó que a la Iglesia le corresponde «prepararnos», dado que su papel «es ayudar a la fe, dar los sacramentos, asistir a los enfermos, rezar por los que mueren, por su descanso eterno». «Dios es el dueño de la vida. Cuántas personas esta peste ya diezmó, lamentablemente. Nuestra tarea es prepararnos, porque no sabemos cuándo será nuestro momento, cuándo será nuestro turno», reflexionó, tras sostener que «la Iglesia es nuestra Madre que nos enseña el camino de la santidad y cómo enfrentar los desafíos» de la vida. «Nuestro campo es la evangelización, es el celo, el cuidado de las almas, el cuidado de los pobres, de los que sufren», reiteró.
Alertó que se ve «poco llamamiento a la vida espiritual, a la vida de evangelización, poco llamamiento a la humildad», al indicar que «estamos ante una situación tan difícil que sólo Dios puede darnos la fuerza para superarla». «Es muy triste saber que en muchos lugares las iglesias todavía están cerradas», lamentó Guimarães, al denunciar que «la Iglesia es vista como inoportuna, la Iglesia como innecesaria, la fe como un disparate que no necesitamos vivir». El obispo de Brasil, tras reflexionar sobre el campo de la Iglesia, recordó que la humanidad no es independiente de Dios, por lo que es necesario que los católicos busquen refugio ante el Santísimo Sacramento, en la oración, en el rezo del Rosario, en la lectura de Evangelios y en el amor de la familia.
Puede interesarle: Obispo de Brasil: «Las autoridades pretenden culpar a la Iglesia por el aumento de casos de COVID-19».