El obispado de Posadas denunció que desconocidos, durante la madrugada de la solemnidad de Corpus Christi, el domingo 6 de junio, profanan el sagrario y el templo de la parroquia dedicada a esa advocación, en el pueblo que lleva el mismo nombre, en la provincia de Misiones. Precisó que la emblemática iglesia fue declarada Monumento Histórico provincial —mediante Ley VI N°197—, y está asentada en cercanías de la antigua Reducción de Corpus Christi.
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La jurisdicción eclesiástica precisó que «este delito reviste un claro atentado a la fe que afecta y hiere en cierta manera a toda la comunidad de los creyentes en Cristo, de quienes el edificio sagrado es signo e imagen, y a la memoria histórica de nuestro pueblo». Afirmó, que después que profanan el sagrario y el templo de la parroquia de Corpus Christi en Misiones, se realizaron «las denuncias correspondientes y se aguarda un pronto esclarecimiento de los dolorosos hechos». Enfatizó que el obispo local, Juan Rubén Martínez, dispuso «realizar un acto de desagravio mediante la celebración eucarística» que luego será informado oportunamente. La diócesis de Posadas solicitó a las «comunidades parroquiales donde se realice adoración al Santísimo Sacramento, unirse a esta intención y, a todos los fieles de la diócesis, orar en acto de reparación y pedir por la conversión de quien o quienes causaron este acto de violencia».
«Estoy tratando de salir del asombro, del dolor e impotencia, ya había sucedido en algunas otras localidades donde hubo parroquias que fueron violentadas o profanadas y justo en el día de la solemnidad de Corpus Christi, ocurrió este hecho», indicó el párroco Julio Freitag, en diálogo con ‘El Territorio’. Sostuvo que los agresores sacaron 2 vidrios de una ventana con cuidado, aunque no los rompieron. «Desde esa apertura que hicieron abrieron la ventana, ingresaron, revolvieron la sacristía, se rompió el sagrario que está empotrado en la pared con buena cerradura, desparramaron las hostias, también se rompió una imagen de ángeles que se encontraba en la parroquia», enfatizó. «La parroquia estaba cerrada, me asomé al lugar y me di cuenta de que estaban tiradas las cosas, me encontré con todo el desastre. Esto fue claramente un acto de sacrilegio, porque no se llevaron nada, solamente profanaron el lugar. Esto atenta directamente contra la vida en la fe, al pueblo de Dios, en un día tan especial como es Corpus Christi», lamentó.
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