«Sigue la furia de la dictadura de Ortega contra la Iglesia»

El obispo auxiliar y exiliado de Managua, Silvio Báez, se refirió a la oleada de detenciones de sacerdotes en Nicaragua que no cesa, el sábado 30 de diciembre. Báez aseguró que «la dictadura sandinista desató esta semana una feroz cacería contra los sacerdotes, llevando a la cárcel a varios de ellos, que vienen a añadirse a dos obispos que ya estaban presos».

El obispo auxiliar y exiliado de Managua, Silvio Báez, aseveró que «sigue la furia de la dictadura de Ortega contra la Iglesia», después de denunciar junto a la abogada e investigadora nicaragüense también exiliada Martha Patricia Molina la oleada de detenciones de sacerdotes en Nicaragua que no cesa, el sábado 30 de diciembre. Otros 6 sacerdotes fueron detenidos la noche del 29 al 30 de diciembre pasado, con lo que suman 15 los religiosos encarcelados en Nicaragua en los últimos 10 días, incluido un obispo.

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Báez aseguró que «la dictadura sandinista desató esta semana una feroz cacería contra los sacerdotes, llevando a la cárcel a varios de ellos, que vienen a añadirse a dos obispos que ya estaban presos». El prelado, quien reside en Miami y a quien las autoridades despojaron de su nacionalidad, aseguró que «sigue la furia de la criminal dictadura de Ortega desatada contra la Iglesia». «Ruego a los obispos y a las conferencias episcopales del mundo que no nos abandonen en este momento, que oren por la Iglesia de Nicaragua y se solidaricen y alcen su voz, denunciando esta persecución de la dictadura contra nuestra Iglesia», indicó.

Los sacerdotes nicaragüenses detenidos entre la noche del viernes y lo que va de este sábado son: Miguel Mántica, párroco de la Iglesia de San Francisco de Asís; Silvio Fonseca, vicario de la Comisión de Familia, Vida e Infancia de la arquidiócesis; Mykell Monterrey, párroco de Nuestra Señora de la Candelaria; Ismael Serrano, párroco de San Miguel Arcángel; Gerardo Rodrígues, párroco de la Iglesia de la Purísima Concepción; y Raúl Zamora, párroco de la Iglesia de la Divina Misericordia, todos de la arquidiócesis de Managua. La detención de Serrano y Rodrígues genera preocupación porque están enfermos y necesitan atención médica.

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