El postulador de la causa de beatificación, el padre Paul Vigouroux, es uno de los que reiteran que «el martirio del padre Jacques Hamel está probado», en el 6 aniversario del asesinato del sacerdote francés en manos de 2 yihadistas en su parroquia en Saint-Étienne-du-Rouvray en Normandía, mientras celebraba Misa, el 26 de julio de 2016. El padre Hamel, que llevaba 58 años de sacerdocio cuando fue apuñalado varias veces por los islamistas hasta morir, es el primer sacerdote mártir asesinado por la yihad en Europa en el siglo XXI.
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Suscríbase al boletín de VenL«El martirio del padre Jacques Hamel está probado. Hay una muerte violenta en odio de la fe cristiana, y de forma premeditada. La policía francesa lo demostró y está en el expediente», explicó Vigouroux, también sacerdote de la diócesis de Rouen. Actualmente, la Santa Sede estudia su causa de beatificación, mientras la iglesia de San Esteban en Saint-Étienne-du-Rouvray, cerca de Rouen, se convirtió en un lugar de peregrinación. «Los fieles acuden a la iglesia o a la tumba del padre Jacques Hamel, solos o en grupo», precisó el presbítero, que es uno de los que reiteran que el martirio del sacerdote está probado. Sostuvo que este fervor se debe a que la figura del padre Jacques habla a la gente contemporánea de un hombre que vivió en sencillez y la autenticidad, al amar su vida cotidiana.
Se comunicaron algunos milagros y curaciones que cuentan también con el testimonio de los médicos, durante el proceso para demostrar la santidad del sacerdote francés. «Está el ejemplo de una persona que afirma haber puesto sus manos paralizadas en la tumba del padre Hamel y se curó. Tenemos el testimonio de su médico. Sin duda hay elementos sobrenaturales que nos animan a seguir nuestro trabajo», relató. Al referirse a él, el Papa Francisco afirmó durante la Misa del 14 de septiembre de 2016 que el sacerdote francés «¡es un mártir!». Tras el atentado se comenzó a recopilar documentos y testimonios para esclarecer los hechos. Una vez finalizados los trabajos, el informe fue enviado a Roma, desde donde se publicó un decreto que indica que el expediente es correcto y que se estudia.
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