El patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, precisó que «‘Fratelli tutti’ no se utilizará en mezquitas ni en centros de estudio islámico», tras asegurar que más allá de «casos aislados de intelectuales y religiosos ‘especializados’ en el diálogo interreligioso», la recepción de la encíclica del Papa Francisco sobre la fraternidad humana fue nula hasta ahora entre la población. Pizzaballa participó el lunes 22 de febrero de la XXX Jornadas para Delegados Episcopales y Directores de Secretariados de Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española (CEE).
«No se ha leído ni se leerá en las escuelas, no se utilizará en mezquitas y centros de estudios islámicos. No hay interés en leer y conocer los documentos que provienen de las Iglesias cristianas, incluida la Santa Sede», afirmó Pizzaballa, en su ponencia dedicada al Documento sobre la Fraternidad y su recepción en el mundo islámico. El nuevo patriarca enfatizó que en Oriente Medio todo lo que llega a la población árabe musulmana en cuestiones religiosas está mediado por las instituciones religiosas oficiales, ya sean mezquitas, imanes, tribunales islámicos, y que si estos hablan sobre el documento, la gente lo conocerá, en caso contrario, no.
Comienzan las Jornadas de Relaciones Interconfesionales. #Religión #Pluralismo https://t.co/xqTpX4x75w
— Of. Información CEE (@prensaCEE) February 22, 2021
Sostuvo que las instituciones religiosas islámicas no se ocupan en su día a día del diálogo interreligioso, sino de «problemas relacionados con la vida civil y religiosa de sus países, de temas que afectan a sus respectivas poblaciones». Consideró que el hecho de que los ministerios de educación estén altamente islamizados; de que los programas escolares y académicos se hallen fuertemente centralizados y controlados; de que en el islam no exista una autoridad religiosa única; y de que la religión impregne todos los ámbitos de la sociedad, públicos y privados, sin distinción entre el Estado y la Iglesia, ayuda a entender por qué la última encíclica del Pontífice no tuvo en esas sociedades la difusión que cabría esperar «a pesar de que fue escrita también pensando en ellos». Sin embargo, indicó que esta situación no implica que esta o el Papa sean vistos con antipatía. Afirmó que si «excluimos las franjas más extremistas y radicales», entre los musulmanes de Oriente Medio hay en general una actitud positiva hacia Francisco.
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