Los obispos de Haití convocan a un paro el jueves 15 de abril por el secuestro de católicos, entre los que se encuentran 5 sacerdotes, 2 consagradas y 3 laicos, en la ciudad de Croix-des-Bouquets, cerca de Puerto Príncipe. La Conferencia Episcopal de Haití (CEH) pidió «a las escuelas católicas, escuelas religiosas, universidades y todas las demás instituciones católicas que observen la interrupción de las actividades».
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«Pedimos a los sacerdotes, religiosos, trabajadores pastorales que acompañen y mantengan al pueblo de Dios en la esperanza como quiere el Papa Francisco. Pedimos que todas las campanas de la iglesia suenen el jueves al mediodía. Pedimos que en las misas celebradas en todas las iglesias recen para pedirle a Dios un cambio para Haití», solicitó la CEH. Indicó que en la región metropolitana de Puerto Príncipe van a celebrar la Misa en la iglesia de Saint-Pierre en Pétion-Ville, con todos los obispos de Haití el mismo día al mediodía, quienes convocan al paro. Denunciaron la «dictadura del secuestro» en Haití. «No debemos dejar el poder de matar, violar y secuestrarnos a los bandidos. Debemos unirnos en la oración para obtener un país mejor», imploraron. La CEH y la Conferencia de Religiosos de Haití recomendaron la interrupción de las actividades a las instituciones católicas del país al invitar a la población a una oración común, en todas las iglesias.
El obispo de Hinche, Jean Désinord, aseveró que «los sacerdotes y los religiosos corren realmente peligro de desarrollar una psicosis». «Nos preguntamos: ¿quién será el siguiente? Yo o un hermano. Vivimos con un miedo constante», sostuvo, al indicar que ni él ni los demás prelados se vieron amenazados de forma concreta, pero que los casos religiosos secuestrados aumentaron. Además, tampoco descartó que los raptos tuvieran un trasfondo político además de una motivación delictiva, tras considerar que la Iglesia podría estar en el punto de mira de algunos políticos por sus críticas. El presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), Miguel Cabrejos, envió una carta al arzobispo Launay Saturné, presidente de la CEH, tras conocerse la noticia del secuestro. «Levantamos nuestras voces para rechazar con todas nuestras fuerzas este acto cruel e inhumano que pone en riesgo la salud y la vida de 10 personas que han dedicado su vida al servicio de Dios y del prójimo», precisaron. El miércoles 14 de abril, el primer ministro haitiano, Joseph Jouthe, renunció al cargo, que ocupaba desde marzo de 2020, en medio de crisis política y de seguridad.
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