El Hospital «Misky María», que en quechua significa «Dulce María», es el nuevo centro de salud católico gratuito que se abrió en las afueras de Lima, en la capital de Perú, que ofrece cuidados paliativos a las personas que se encuentran en la fase terminal de su vida.
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El padre Omar Sánchez Portillo, sacerdote conocido por su amplia labor caritativa en el distrito de Lurín, en el sur de Lima, y fundador de la Asociación de las Bienaventuranzas, fue el mentor de la iniciativa en 2021 para atender a personas en situación de abandono y extrema pobreza con enfermedades terminales, el cual se pudo llevar adelante con un amigo católico y filántropo alemán.
El centro de salud, con capacidad para 60 enfermos terminales, cuenta con unidad de cuidados intensivos, cuidados paliativos, enfermería, fisioterapia, cocina, capilla y tanatorio. La atención es gratuita y corre a cargo de un equipo multidisciplinar de médicos, enfermeras, voluntarios y sacerdotes.
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