Fuentes indican a ‘Asia News’ que «la persecución de los religiosos católicos no cesa» en China, dado que el martes 27 de julio el sacerdote Joseph Liu, de la diócesis de Mindong —Fujian—, fue detenido por la policía por su rechazo a ser parte de la ‘Iglesia Independiente’, es decir la expresión del Partido Comunista de China (PCCh).
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Suscríbase al boletín de VenLEl presbítero fue sometido a una violencia terrible, tras su resistencia. «Después de torturarlo durante 10 horas, 6 policías lo tomaron de la mano y lo obligaron a firmar. La persecución de los religiosos católicos no cesa», indican las mismas fuentes en China. La detención del padre Joseph Liu evidencia que el acuerdo entre China y la Santa Sede sobre el nombramiento de obispos no cambió la dinámica del pasado, dado que el PCCh realiza un control férreo de las actividades de los religiosos en el país de Asia Oriental. Una situación parecida ocurrió con el obispo de Xinxiang, Joseph Zhang Weizhu, quien fue detenido en mayo pasado y todavía se desconoce su paradero.
El miércoles 28 de julio fue consagrado Li Hui, el nuevo obispo coadjutor de Pingliang —Gansu—, en una ceremonia en la catedral de la diócesis local. La celebración fue presidida por Ma Yinglin, obispo de Kunming —Yunnan—, presidente de la Conferencia Episcopal China y vicepresidente de la Asociación Patriótica Católica China (APCC), ambos órganos del PCCh. Estuvieron presentes en la ceremonia más de 30 sacerdotes y 20 religiosas, representantes de la APCC y fieles de la diócesis. Según indicó ‘Vatican News’, Hui es el quinto pastor nombrado tras la entrada en vigor del acuerdo provisional sobre el nombramiento de obispos.
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