La Iglesia en Nigeria construye viviendas para víctimas de Boko Haram que fueron desplazadas de sus aldeas y que viven desde hace más de 5 años en campamentos dentro del obispado de Yola. La jurisdicción eclesiástica está completando la construcción de casas para las víctimas de los yihadistas. Las víctimas de Boko Haram, provenientes de las aldeas que rodean la diócesis de Yola, ubicadas en el estado Adamawa, comenzaron a irse desde 2014 frente a los ataques de los islamistas.
El obispo de Yola, Stephen Dami Mamza, precisó que la reubicación está programada para la primera semana de marzo y se espera que la iniciativa brinde una solución más sostenible a los desafíos que enfrentan los desplazados internos que fueron obligados a dejar sus hogares por los ataques de los islamistas. «No fue fácil cuidar de los desplazados internos que llevan viviendo en nuestra diócesis por ya 6 años. La gente también está cansada y quieren empezar de nuevo sus vidas», indicó el prelado, que afirmó que se volvió difícil para la jurisdicción eclesiástica mantener la calidad de vida en los campamentos.
Mamza explicó desde durante estos años las personas llegaron en gran número, al ocupar el centro pastoral de la diócesis, el centro catequético y las instalaciones de las escuelas católicas. «Había una gran cantidad de desplazados internos aquí, pero muchos regresaron a sus hogares después de que se restableció la seguridad en sus aldeas. Sin embargo, todavía hay pueblos cerca del bosque de Sambisa donde se alojan militantes de Boko Haram. La gente de estos pueblos no puede volver a casa y todavía los estamos acogiendo», lamentó. Unas 86 familias viven aún en tiendas de campaña dentro del obispado y sus hijos están matriculados en las escuelas católicas vecinas. Enfatizó frente a la dificultad que enfrentan las familias numerosas en este contexto surgió hace 2 años el proyecto de construir viviendas permanentes para los desplazados.
«Empecé a pensar en la posibilidad de obtener fondos para reasentar a nuestros desplazados internos y presenté la idea a Missio Alemania, nuestra principal organización de financiación, que nos dio todos los fondos que necesitábamos. El gobernador de Adamawa también vino y donó un total de 10 hectáreas de tierra para la instalación», sostuvo el prelado. Actualmente, el proyecto de vivienda del obispado comprende 43 departamentos, que se dividen en 2 casas cada uno, para albergar a las 86 familias. Cada una de las casas tiene varias habitaciones que incluyen un salón, una cocina y un baño. Además, cada casa está rodeada de espacio para ampliar la vivienda o para dedicarse a la agricultura.
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