Hinduistas arrastran a 2 monjas franciscanas ursulinas —cuando se encontraban una parada para tomar un autobús— hasta la comisaría, junto con otros 50 cristianos, a los que acusaron de supuestas conversiones, en el estado indio de Uttar Pradesh. Las hermanas Gracy Monteiro y Roshni Minj fueron detenidas, agredidas verbalmente y llevadas por la fuerza a la comisaría local. Las monjas fueron arrestadas por las autoridades durante varias horas. Tras la intervención de un alto cargo de la policía de Lucknow, fueron liberadas.
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Suscríbase al boletín de VenL«El episodio tuvo lugar el domingo en el distrito de Mau, en la parte oriental de Uttar Pradesh. Una horda de extremistas atacó a un grupo de cristianos que estaban reunidos para los servicios dominicales. Era cerca del mediodía. Las 2 religiosas, la hermana Gracy Monteiro y la hermana Roshni Minj, de la congregación franciscana de las ursulinas, no formaban parte del grupo, sino que esperaban un autobús en una parada cercana, para ir a Benarés. Aún así, fueron arrastradas hasta la comisaría policial. No las liberaron sino hasta las 6 de la tarde, tras la presión ejercida desde la capital de Uttar Pradesh», denunció Anand Mathew, de la Indian Missionary Society, después que hinduistas arrastran a las 2 monjas hasta la comisaría. El pastor Abraham Shakil, su esposa Pratibha y la pareja en cuya casa se celebraba el encuentro de oración quedaron detenidos.
Las monjas estaban en la terminal de autobuses puesto que la hermana Minj tenía que viajar para visitar a su padre enfermo en el estado de Jharkhand. Cuando Minj preguntó por el horario del autobús, ambas fueron detenidas. «Nos sorprendió que nos llevaran a la comisaría alegando que formábamos parte de una comunidad cristiana implicada en conversiones religiosas forzadas. Esto es completamente falso», explicó Monteiro. «Estas acusaciones y este tipo de incidentes forman parte de un diseño organizado para oprimir a los cristianos en Uttar Pradesh», aseguró Patsy David, representante de la ONG ADF International. El presidente del Consejo Global de Cristianos Indios (Gcic), Sajan George, aseguró que «el hecho de que las monjas también hayan sido atacadas revela una nueva y desagradable evolución en la actual ola de persecución anticristiana». «En el clima político actual de India, el hecho de llevar un hábito de monja significa ser reconocido como ‘objetivo’ o ‘agente de conversiones’ por los vigilantes de la derecha», aseveró.
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