Francisco inició un nuevo ciclo de catequesis en el que va a reflexionar «a la luz del Evangelio, de las virtudes teologales y de los principios de la doctrina social de la Iglesia» sobre las cuestiones sociales que la pandemia puso de relieve en el mundo, al retomar las audiencias generales de los miércoles, en la Biblioteca del Palacio Apostólico -y no en la plaza de San Pedro frente a los fieles debido a las medidas sanitarias, el 5 de agosto pasado.
El Pontífice sostuvo que «la pandemia sigue causando heridas profundas, desenmascarando nuestras vulnerabilidades», al reiterar que «son muchos los difuntos, muchísimos los enfermos, en todos los continentes», como también «muchas personas y muchas familias viven un tiempo de incertidumbre, a causa de los problemas socio-económicos, que afectan especialmente a los más pobres». El Papa Francisco aseguró en la catequesis que la situación por la pandemia «nos invita a tener nuestra mirada puesta en Jesús que hace presente el Reino de Dios en medio de nosotros; reino que sana y que salva; reino de justicia y de paz, que se manifiesta con las obras de caridad que, a su vez, incrementan la esperanza y refuerzan la fe».
Recordó que «en la tradición cristiana, fe, esperanza y caridad son mucho más que sentimientos o actitudes», dado que lo indica el Catecismo de la Iglesia Católica «son virtudes infundidas en nosotros por la gracia del Espíritu Santo, dones que nos sanan y que nos hacen sanadores, dones que nos abren a nuevos horizontes, también mientras navegamos en las difíciles aguas de nuestro tiempo». Afirmó que «un nuevo encuentro con el Evangelio de la fe, de la esperanza y del amor nos invita a asumir un espíritu creativo y renovado».
