La directora internacional de proyectos de Ayuda a la Iglesia Necesitada, Regina Lynch, precisó que «estamos viviendo un proceso de silenciamiento de la Iglesia en Nicaragua», después del incremento de las hostilidades del gobierno sandinista durante los últimos meses, y luego de que a las 3 de la madrugada del 19 de agosto pasado, la policía allanó la curia de la diócesis de Matagalpa, llevándose al obispo Rolando Álvarez junto a los presentes en ese momento.
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Suscríbase al boletín de VenL«Lo ocurrido es un escalafón más en una espiral de confrontación. Estamos viviendo un proceso de silenciamiento de la Iglesia en Nicaragua. Hoy se viven tiempos difíciles en Nicaragua. Debemos apoyarles como sea posible. Hay que rezar y pedir para que haya una solución pacífica y no un incremento de hostilidades», afirmó Lynch. Álvarez, que además de obispo de la diócesis de Matagalpa es administrador apostólico de Estelí, se encuentra bajo «resguardo domiciliar» en Managua custodiado por la policía. 3 sacerdotes, un diácono, 2 seminaristas y un laico fueron detenidos con él y siguen presos en la cárcel El Chipote, situada en la capital del país y donde se encuentran los presos políticos.
Actualmente son 6 los presbíteros detenidos en Nicaragua, además de los 3 mencionados, 2 sacerdotes de Granada y un sacerdote misionero de Siuna están encarcelados. El último sacerdote fue arrestado el 14 de agosto pasado, sin cargos conocidos. En menos de 4 años bajo el gobierno de Daniel Ortega, la Iglesia católica en Nicaragua sufrió más de 190 ataques y profanaciones en el país, tal como indicaba el último estudio ‘Nicaragua: ¿Iglesia perseguida? (2018-2022)’ de la abogada Martha Patricia Molina, integrante del Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción.
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