El presidente del Comité Internacional por la Justicia y la Paz de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), David Malloy, condenó el «ataque sacrílego contra la catedral de Managua», en una declaración difundida el 5 de agosto pasado.
Indicó que «junto al Papa Francisco y los obispos» del continente condena «el ataque sacrílego contra la Catedral de Managua». » El cardenal Leopoldo Brenes calificó ese ataque realizado con bomba incendiaria como un ‘acto de terrorismo’. El objetivo aparente de la explosión, un crucifijo histórico fabricado en el siglo XVII, se convirtió en una imagen conmovedora de la Iglesia en el país, que sufre y resistió constantes ataques retóricos y físicos -3 en las últimas 3 semanas- desde que intentó mediar por la paz en ese país en 2018″, indicó Malloy.
«Agradezco al gobierno de Estados Unidos por su inmediata declaración en apoyo de la Iglesia en Nicaragua después del ataque, e insto a la administración a continuar su búsqueda de la paz en ese país», precisó el prelado, sobre el ataque en la catedral de Managua, al ratificar que «la Iglesia en Estados Unidos apoya a los fieles nicaragüenses que siguen sufriendo».
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