La Iglesia católica en Nagasaki rezó por las víctimas del ataque atómico de hace 75 años, perpetrado por fuerzas militares estadounidenses, el domingo 9 de agosto, en una ceremonia en la catedral de Urakami, que fue casi arrasada al suelo por el bombardeo de 1945 y luego reconstruida en los años posteriores. La iglesia de Urakami, entre las más grandes de Asia, se encuentra a 500 metros del epicentro de la explosión atómica.
La comunidad católica recordó en la Misa a al menos 74.000 habitantes que murieron en el ataque nuclear en Nagasaki. Entre las víctimas se cuentan 8.500 de los 12.000 cristianos que vivían en la ciudad. Además de la celebración eucarística de la Iglesia en Nagasaki se realizó una conmemoración pública por los fallecidos en el ataque atómico. Participaron sólo 500 personas, es decir, el 10% de las que asistieron en 2019, debido a las medidas por la pandemia.
La ciudad japonesa sufrió el ataque atómico el 9 de agosto de 1945, 3 días después del de Hiroshima. Posteriormente, Japón firmó la rendición que puso fin a la Segunda Guerra Mundial. Entre el siglo XVII y XVIII, Nagasaki, centro de la cristiandad en Japón, hospedó a numerosos cristianos perseguidos por las autoridades imperiales. En 2019, Francisco realizó una visita a Nagasaki e Hiroshima, donde criticó el uso de las armas nucleares, al considerarlo inmoral.
