El clero de Bariloche cuestionó el motivo por el que se ponen obstáculos a las actividades religiosas, pero no en las parroquias a Caritas, en una carta con el aval del obispo local, Juan José Chaparro, que fue enviada a la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, para solicitarle la apertura de las celebraciones con la participación de fieles hasta el 50% de la capacidad de los templos, con el cumplimiento de el protocolo de seguridad. Los sacerdotes reiteraron que la Iglesia colabora con la Salud Pública de la provincia «para que el cuidado de la población» y ayuda «desde Caritas en la asistencia a la población más afectada ante la crisis económica que esta coyuntura ha traído aparejada». La misiva, que lleva la firma de Chaparro y 16 sacerdotes, lleva adjunto el protocolo correspondiente para las celebraciones con presencia de fieles.
Afirmaron que «cada día son más los fieles que reclaman participar del culto, como así también la realización de las ceremonias de bautismos y matrimonios, suspendidas hace más de 5 meses y que son parte de las necesidades espirituales básicas de los creyentes». «Creemos además que la contención espiritual es parte esencial en la vida de aquellas personas que asisten a nuestra Iglesia», precisó el clero de Bariloche, al precisar los obstáculos que tienen para retomar las actividades religiosas con fieles en las parroquias. «Desde hace más de un mes, hemos visto con asombro que se ha permitido la apertura de bares y restaurantes (lugares cerrados mucho más chicos que la mayoría de nuestros templos) con la posibilidad de ingreso de hasta el 50% de su capacidad; al mismo tiempo que de parte de las autoridades no hemos recibido respuesta alguna a nuestras demandas. Asimismo, no vemos el por qué no se pone obstáculos a las actividades referentes a la acción social a través de Caritas en nuestras parroquias (en las que participa una numerosa cantidad de gente) y sí la imposibilidad de ejercer libremente nuestras actividades religiosas», indicaron los presbíteros.
«Al no recibir respuesta del por qué no se nos ha autorizado a abrir nuestros templos con participación de fieles creemos que no hay motivos objetivos que supongan más peligroso para la salud la participación en celebraciones religiosas que la apertura de bares y restaurantes, piscinas o gimnasios», denunciaron, al asegurar que la Conferencia Episcopal Argentina presentó a las autoridades nacionales el protocolo que ya ellos mismos le entregaron «en mano oportunamente al intendente, y que está vigente en muchas provincias en las que ya se han habilitado las celebraciones religiosas». «Sentimos que, a esta altura, la prohibición que pesa sobre nuestras actividades corresponde más a una discriminación religiosa, que a motivos objetivos; y si no es así solicitamos que se nos dé una explicación clara y objetiva», denunciaron, tras reiterar que cuentan «con los protocolos y los medios necesarios para poder velar por el cuidado de la salud» de los fieles. «Deseamos que se considere nuestro pedido explícito de comenzar con nuestras celebraciones con la participación de fieles hasta el 50% de la capacidad de nuestros templos a partir de los primeros días de septiembre», insistieron.