El cardenal y Penitenciario Mayor, Mauro Piacenza, exhortó a «recomenzar desde la Confesión, desde la misericordia, para ser peregrinos de esperanza», en este tiempo de Cuaresma, tras insistir que se necesita «una Iglesia más divina, que sea capaz, a través de sus miembros, siempre renovados por la gracia, de hacer brillar la luz de Dios en lo humano de cada día», al abrir el 34 Curso sobre el Foro Interno, en el que desarrolló su reflexión con una mirada al Jubileo 2025.
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Suscríbase al boletín de VenLDestacó cuán central y determinada es, como «auténtica razón del Jubileo», la reconciliación sacramental con Dios y con la Iglesia, que es también «la condición previa para cualquier otra reconciliación posible: con uno mismo, con los hermanos, con la sociedad y con la historia». Sostuvo que la Confesión es también «una verdadera y propia ‘nueva creación’», dado que Dios «libera al penitente de toda la ‘escoria inútil’, que se ha depositado en él a causa del pecado, haciendo surgir una y otra vez al hombre nuevo, hecho a su imagen y semejanza».
«Nos hace peregrinos de la esperanza, porque nos da la certeza de ser continuamente renovados por la Gracia y de ser todavía siempre ‘esculpidos’, liberados por Dios. Es una dinámica que tiene también un profundo valor eclesial», sostuvo Piacenza, al explicar que para una «verdadera reforma» en la Iglesia, debemos dejarnos «barrer, siempre de nuevo, nuestras construcciones e incrustaciones humanas por la misericordia que viene de lo alto».
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