La basílica de la Natividad de Belén luce restaurada después de 8 años de un programa de renovación para contrarrestar los daños causados por el agua. El templo, un punto importante de turistas y peregrinos que llegan de todo el mundo, estaba dañado por el agua de las lluvias que golpean la iglesia cada invierno. Las tareas de restauración, que se encuentran en su fase final, se centraron en limpiar y restaurar antiguos mosaicos, frescos y columnas, al mismo tiempo que se lograba arreglar el techo para detener la afluencia de agua.
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Suscríbase al boletín de VenLEl presidente del Comité Presidencial Palestino para la Restauración de la basílica de la Natividad, Ziad al-Bandak, explicó que «hubo problemas continuamente como resultado del agua de lluvia que corría por las paredes de la iglesia», lo que llegó a afectar la estructura, mosaicos, frescos y el piso. «Hubo mucho trabajo por estos factores climáticos», aseguró. Al-Bandak precisó que el trabajo de renovación costó alrededor de 15.000.000 de dólares y todavía se necesitan 1.690.000 dólares aproximadamente para completar la restauración de la pared sur de la basílica y los mosaicos. Enfatizó que las donaciones de religiosos pagaron la mayor parte del trabajo de renovación de la Basílica de Natividad de Belén que luce restaurada.
El templo, que tuvo que cerrar debido a las medidas tomadas por Israel para afrontar la pandemia de COVID-19, provocaron una disminución en el turismo, al afectar a gran parte de las familias locales. El responsable de los proyectos de la ONG Pro Terra Sancta en Belén, Vincenzo Bellomo, indicó en 2020 que «al menos el 80% de las familias viven del turismo». Al-Bandak sostuvo que durante el período de otoño y Navidad la basílica solía estar llena de personas que deseaban realizar visitas guiadas, pero actualmente llegaron muy pocos turistas. Consideró que la restauración sin duda «ayudará a la llegada de un mayor número de turistas y peregrinos a Palestina». Según indicó AFP, «la basílica fue construida alrededor del año 330 d.c.» y es el «hogar de las iglesias ortodoxa oriental, ortodoxa armenia y católica romana». «La iglesia no fue objeto de ningún trabajo de renovación durante más de 500 años y se agregó a la lista de la UNESCO de sitios del Patrimonio Mundial en Peligro en 2012, aunque luego se eliminó de la lista en 2019», aseguró.
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