El arzobispo maronita de Damasco, Siria, Samir Nassar, destaca que las familias cristianas permanecen «firmes en la fe», en un mensaje enviado a los fieles para prepararse para la Navidad, una fiesta que toda la comunidad se dispone a vivir con intensidad y participación, a pesar de los numerosos problemas que siguen irresueltos en el país, que desde hace 11 años padece con valentía «una guerra, a la que se sumaron sanciones, bloqueos, la migración, la miseria, la muerte y la indiferencia».
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El prelado elogia a las familias que «se esfuerzan por vivir con dignidad», a pesar de que la mayoría de las veces están solas «en esta lucha contra los problemas y ante un sufrimiento que parece no tener fin». Menciona «el interminable éxodo de pueblos, la violencia y la muerte» que caracterizaron la historia reciente de Siria. Nassar explica que las familias del país trataron de «adaptarse» a una vida de «austeridad» que no conocían, que se vio agravada por el estallido de la pandemia de COVID-19, y continuaron con su lucha, dando lugar a nuevos núcleos que son signos de esperanza.
Afirma que pese a las dificultades la familia siria «se mantiene firme en la fe», el único camino para «superar las dificultades y las miserias» a las que se enfrenta. «El niño Jesús que va a nacer será recibido con una cálida bienvenida por cada una de estas familias destrozadas, pobres y frías como en el pesebre de Belén», asegura el arzobispo de Siria, que destaca que las familias cristianas permanecen «firmes en la fe» frente a las situaciones que atraviesan en el país de Oriente Próximo.