Ana Woites: Mártires no, laicismo sí
La primera aclaración que corresponde, porque es de justicia, es que hablar de cristianofobia o de persecución religiosa, de discriminación religiosa, no cuaja para la historia argentina. Es decir, los argentinos realmente tenemos muchos problemas, nos sobran los problemas, pero este particularmente, podemos decir que no lo tenemos. El martirio, propiamente, es algo que no lo hemos vivido como lo han vivido ustedes en México, en España, en Rusia y en tantos otros países, que realmente tienen sus altares llenos de mártires.
En la Argentina hemos tenido el embate de la legislación laicista del siglo XIX, como pasó en Europa. Acá siempre lo de Europa llega un poco más tarde, pero llega, lo bueno y lo malo, muchas veces lo malo también. En Europa algo que allá no era bueno, acá copiamos recetas que ya demostraron estar fracasadas. Eso lo hemos pasado, la legislación laicista, la educación laica, el matrimonio.
Convivencia ejemplar entre religiones
Particularmente, como el Papa lo mostró cuando estuvo ahí junto al muro de los lamentos, con un amigo hebreo, un amigo musulmán, dándose un abrazo, -no era una foto, es una realidad-, acá en Argentina se vive una convivencia religiosa que en cierta manera es ejemplar para el mundo. Es así, la Argentina es un país que abrió sus fronteras, abrió sus brazos a muchos inmigrantes y hemos tenido, por ejemplo, muchos migrantes a causa de la guerra civil española, -acá han venido muchas familias, son nuestros abuelos, son nuestros antepasados, de un lado y del otro, son nuestros inmigrantes- y encuentran en Argentina una tierra que realmente les fue generosa.
Quema de templos del 55 y nacimiento de AICA
No significa esto que no haya episodios y que los siga habiendo ahora. Me voy a referir a episodios puntuales de persecución religiosa. AICA mismo nació a consecuencia del momento de persecución religiosa que hubo al final del gobierno de Perón. Hacia el año 55 al final del gobierno de Perón, por distintas medidas que no viene al caso ahora profundizar, hubo todo un momento de persecución a la Iglesia, de silenciarla. La Iglesia no tenía modo de hacer escuchar su voz.
Los hechos más conocidos son las quemas de los templos más emblemáticos de la ciudad de Buenos Aires. Inclusive la Catedral, el archivo de la Curia de Buenos Aires se quemó íntegro. Hemos quemado en esa quema las partidas de nacimiento de nuestros próceres, de casamiento de San Martín que estaba en la Catedral. Y los templos de San Ignacio, de San Francisco, de Santo Domingo, que son templos históricos y muy emblemáticos. Fueron esas jornadas.
Hasta inclusive hubo una famosa procesión de Corpus en el año 55, donde Perón había prohibido que los católicos hicieran esa procesión de Corpus; los católicos la hicieron igual, fue muy numerosa y alguien quemó una bandera argentina, culpó a los católicos de que habían quemado una bandera argentina y eso desató un poco los episodios más violentos que les acabo de comentar. Eso pasó el 11 de junio del año 55.
Y el 11 de junio del año 56, ya caído Perón, nacía AICA. Los obispos se habían reunido, eran muchos menos de los que son ahora, la Conferencia Episcopal, y vieron la necesidad de que tenían que tener un medio para poder hacer escuchar su voz. Es conocido que los católicos se pasaban panfletos que hacían casi artesanalmente para escuchar y contrarrestar lo que, desde el gobierno, de las autoridades, se distorsionaba de la verdad. Así que, en realidad, nuestro génesis de AICA nació con esa necesidad de dar voz a la Iglesia, para hacer escuchar su voz en momentos en los cuales no tenía modo. Así que, en definitiva, es pionera. Hoy los medios de la Iglesia son muchos y son variados.
Embate anticristiano de la ideología de género
Como les decía recién y ya yendo a hechos más actuales, el que no haya persecución religiosa, el que de alguna manera la libertad de culto esté garantizada en nuestra constitución, no quita que haya episodios en los que uno tiene que hacer valer la libertad religiosa. Pero en la legislación está presente y está clara. Estamos ahora viviendo problemas ya desde hace varios años. Cuando hago las noticias de nuestros hermanos hispanoamericanos y de España, veo que estamos todos en los mismos embates, que hoy por hoy la gran cristianofobia, por decirlo de alguna manera, pasa por teorías y construcciones ideológicas. Fundamentalmente existe el gran embate que está teniendo toda la ideología de género.
Todos acá en la Argentina lo vemos. El 8 de marzo a raíz de las numerosas marchas por el día de la mujer y en defensa de los derechos de la mujer, estamos viviendo, como viven en muchos países, acá en Argentina, el tema de mujeres golpeadas, asesinadas, cercenados sus derechos. Entonces hacían grandes marchas y en esas marchas, como siempre pasa, termina un grupo minúsculo, y este fue el episodio quizá más dramático el que pasó en Tucumán, donde por las redes y todo, se difundió, el tema de una parodia a la Virgen María abortando al Niño Jesús. O sea, este grupo más radicalizado de feministas o de ideología de género, abortistas, y esta parodia que ya pasó los límites.
No hay Marcha de la Mujer o de la ideología que no termine con las catedrales pintarrajeadas. Como que los católicos ya nos acostumbramos a que nuestros templos principales aparezcan al día siguiente pintados con las consignas, con escrituras, con insultos a nuestros signos más sagrados. Ahí es cuando uno nota el odio que hay en estas manifestaciones.
Ahora, ¿qué pasó acá en Tucumán? Acá es como que año a año se van retroalimentando y ya como que la agresión y la violencia de estos grupos van como en aumento. Nada menos que la ofensa a la Virgen María, la Madre, en un país donde la devoción mariana es casi mayoritaria. Hoy por hoy, puede haber personas que no vayan a Misa, pero nadie le falta una devoción a la Virgen. Hay enormes peregrinaciones a los santuarios marianos. Y esta ofensa a la Virgen obviamente recibió el repudio del obispo local, del arzobispo de Tucumán. A las pocas semanas con motivo de las marchas por la vida y las familias, hubo una gran Misa y marcha de desagravio multitudinaria ahí en Tucumán, y en varios lugares también se respondió de esta manera.
Reacción de la Iglesia en Argentina frente a las agresiones
Me preguntaban cuál es la línea o cuál es la actitud que tiene AICA o los medios. Y bueno, es la línea que tiene la Iglesia. ¿Qué hace la Iglesia en estos casos? ¿Qué hacen los pastores? No confronta. Volvemos al tema principal, cuando hablamos en el primer bloque de los cristianos perseguidos. No responde violencia con violencia, no responde mal con mal. El obispo Buenanueva, que es el obispo de San Francisco decía hace pocos días, con motivo de estos episodios, que lo peor de la violencia es que se contagia, se contagia y envenena, y enceguece los corazones en la misma medida e incluso más, que la agresión externa. Entonces, de alguna manera, la respuesta es: firmeza, actos de desagravio. El obispo de Mar del Plata, que también amaneció con su Catedral toda manchada y mancillada, dijo lo mismo, no vamos a responder de la misma manera, pero vamos a responder con lo que mejor podemos; hizo una Misa, un acto de desagravio.
Inacción de las instituciones públicas frente a la cristianofobia
Creo que el punto es que nosotros siempre estamos pensando que la Iglesia son obispos, curas. Y acá, si bien no vamos a responder con la misma violencia, lo que se cometió en Tucumán fue un acto grave y que debería haber actuado el INADI, el mismo Estado, de oficio. El INADI que es el instituto de defensa de la «discriminación», que si uno se manda un epíteto en una cancha de fútbol, enseguida te levanta un acta. Acá no dijo nada, acá no hubo ningún laico que iniciara una demanda. Fue una agresión. O sea que no vamos a responder con la misma manera, pero tampoco podemos dejar y acostumbrarnos a que nuestros derechos, y a que nuestros signos más sagrados, no sean respetados.
Persecución ‘de guante blanco’: medios de comunicación, legislaciones…
Lo mismo pasa con los medios de comunicación. A veces no sabemos manejar este tipo de cosas. Vamos a un panel o a un programa televisivo porque fuimos invitados y a los dos minutos el panel se nos pone en contra y nos terminan agrediendo a los católicos. Por un lado, como dice el Papa, hay una persecución violenta, pero está esta otra persecución ‘de guante blanco’, esta persecución disfrazada de cultura, estas potencias que te están imponiendo legislaciones, que van en contra de nuestros valores, hasta inclusive de nuestra objeción de conciencia.
Respuesta esperable de los católicos: mansedumbre y firmeza
Ahí el católico tiene que ser más firme. Vamos a tener la mansedumbre, como decía recién Juanjo. Nosotros ya sabemos que Cristo resucitó, ya sabemos que para la resurrección pasamos por la cruz, y eso lo sabemos y lo percibimos. Pero tenemos que, como decía recién Jaime también, que defender el principio de la libertad religiosa, nuestra defensa de nuestros valores más sagrados. Porque si no, somos católicos vergonzantes, si no, somos tibios y timoratos de lo que realmente tenemos.
La ley que de alguna manera, hasta civil, nos protege, nos da las herramientas legales para defendernos y por otro lado tenemos la fortaleza del Espíritu. Decía también otro obispo hace poco, que esto es un martirio incruento a veces, resistir la presión a una anti cultura cristiana que se nos mete por todos lados.
Lo vemos nosotros como padres, que se nos mete en nuestros hijos por los medios de comunicación. Bueno, hay que resistir. La virtud de la fortaleza. Y contrarrestar con los valores nuestros. Creo que un poco ese es el panorama que hoy padecemos, que hoy es nuestro desafío. Este es nuestro lugar. Esta es nuestra hazaña. Muchas gracias.
