Alejandro Bermúdez: vocación al apostolado de la comunicación
Tuve un acercamiento a la fe muy profundo cuando tenía unos 19 años. Había sido criado como una persona no creyente por mi familia, a pesar que vivía en un país como Perú, que es de tradición católica. Cuando viene ese momento de conversión importante, yo me convenzo de que tengo que dedicarme al apostolado, cualquiera que sea, en cualquier forma.
Una frase del papa Pablo VI en la que dijo en una ocasión: «Si san Pablo viviera hoy se haría periodista», me impresionó mucho en ese momento. Desde entonces me convencí que tanto mi vida profesional como mi vida apostólica podían coincidir en una sola dirección, que era el utilizar el periodismo para la evangelización. Entonces, ingreso a la Universidad de Lima, después de haber estudiado un poco de filosofía, para estudiar periodismo.
Al mismo tiempo, un sacerdote misionero alemán, el Padre Adalberto María Mohn, me invitó a formar parte de una pequeña iniciativa que él había realizado que se llamaba ‘ACI Prensa’, que hoy día es una agencia de información y prensa, y me invitó para comenzar a trabajar como practicante. Así es como comencé a trabajar en ACI Prensa. Desde entonces nunca he mirado para atrás, siempre para mí el periodismo ha sido una manera muy específica de evangelizar, cumpliendo esas palabras del Beato Pablo VI.
Historia de ACI Prensa
El gran factor evolucionario que contribuyó a ser a ACI Prensa lo que hoy, fue básicamente el surgimiento de la web. Cuando ACI Prensa comenzó en la época del Padre Adalberto María Mohn, lo único que hacía era publicar un pequeño boletín que se enviaba a los domicilios por correo regular. Eso quiere decir que una noticia que «nosotros publicábamos», era una noticia que llegaba al lector después de unos 15 días de haber sido escrita. Lo único que lo hacía noticia era verdaderamente que el lector no sabía de este acontecimiento eclesial. Es la única razón que la hacía noticia, pero en términos de frescura, de importancia ciertamente era imposible.
En 1996, cuando internet comienza a consolidarse, está en sus primeros pasos, nosotros tenemos una implosión en la web y una transición de la prensa escrita a la prensa digital. Comenzó con un esfuerzo colosal. En ese año tratábamos de tener 4 noticias al día y era un verdadero desafío. Hoy en día nosotros no publicamos más noticias diarias en ACI Prensa, porque tratamos de no saturar al lector. Pero el número de noticias que se producen cada día que son de interés para un católico es enorme. Esto es algo que para nosotros ha sido muy importante y revolucionario.
Y también que hayan bajado los costos de publicación de tal manera, que ahora nosotros podemos competir con las grandes agencias. Alrededor de esa época, la revista ‘The New Yorker’, una publicación muy popular en Estados Unidos, de línea liberal, publicaba una caricatura, un cómic que ha sido una especie de emblema de ACI Prensa. En ese cómic se veía a un perrito escribiendo en una computadora, diciendo a otros perros lo bueno de internet y que nadie sabe que es un perro. El humor de esta caricatura radicaba en el hecho de que, efectivamente, internet ha permitido igualar muchas de las condiciones.
Si tú eres una redacción pequeña, un perrito en internet, si haces las cosas bien y consigues una buena información sólida y de interés para los lectores, no importa tu tamaño. No necesitas ser una agencia multimillonaria como ‘Associated Press’, ‘Reuters’, o la ‘BBC’. Basta con que seas una organización seria que hace las cosas bien, aunque sea pequeña en término personal, de recursos materiales. Eso es básicamente lo que revolucionó el trabajo que hemos hecho y que creo que otras organizaciones católicas también han sabido maximizar este valor agregado enorme que internet nos ha presentado como un nuevo areópago, como diría San Juan Pablo II en la Redemptoris Missio cuando hablaba de esos nuevos ámbitos de evangelización.
Si bien no son agentes físicos o lugares remotos, sino que son ambientes digitales, electrónicos, tecnologías emergentes y para nosotros este ha sido un gran ámbito para evangelizar, en el sentido que es un lugar donde nosotros buscamos llevar el Evangelio, pero también ha sido un ámbito que nos ha permitido evangelizar; al mismo tiempo ha sido una excelente herramienta. Esta incorporación a internet como un nuevo continente y como una nueva herramienta es la que nos ha guiado en la producción de contenidos de ACI Prensa.
Uso de las redes sociales para la evangelización
El hecho de que los católicos estemos en las redes sociales, como en Facebook, en Twitter, en Instagram o Snapchat, nos da una nueva herramienta, especialmente para los más jóvenes, que antes no existía. Cuando yo cuento los orígenes de ACI Prensa, cómo nosotros publicábamos un pequeño boletín porque no existía internet, es una de las cosas que a los jóvenes ahora les cuesta imaginarse: un mundo sin internet.
Ahora, gracias a las redes sociales, tenemos múltiples desafíos: que difunden noticias falsas, rumores que van contra la Iglesia… Es un desafío. No tengo una visión infantilmente optimista de las redes sociales, pero que son una herramienta y un instrumento para nosotros los católicos hoy en día, eso no tiene duda.
Yo creo que el mismo trabajo que ustedes están haciendo, lo que están haciendo en otros países y en otros ámbitos, es utilizar los recursos digitales para evangelizar, para formar a los católicos, para informar, entusiasmar a las personas que están un poco tibias en su fe a acercarse más, a comprenderla más, a vivirla mejor, a manifestarla mejor; todo esto es gracias a los múltiples formatos: videos, audios, imágenes, texto, que nos ofrece el mundo digital.
Quizá uno, con su propia cuenta de Twitter, de Facebook, de Snapchat o de Instagram, puede ser un evangelizador simplemente si reproduce contenidos de la forma más fácil que hay que es reproducir de otras fuentes católicas para compartirlas con los otros. Y si tienen ánimo, interés y un poquito más de habilidades, cada uno de nosotros puede ser un proveedor de contenidos.
Antes eso era inimaginable. Cuando existían los medios más grandes masivos de información, nosotros éramos solo receptores. El mundo ha cambiado. Hoy en día cada uno de nosotros, con una cuenta en Facebook, en Twitter puede ser un generador de contenidos, y esos contenidos pueden ser perfectamente evangelizadores.
Me gustaría que a través de todos los que nos escuchan en los distintos medios, que se entusiasmen por la oportunidad enorme que tenemos de simplemente llevar nuestra vida normal en las redes sociales como una oportunidad de evangelización. Nunca antes había sido tan fácil evangelizar: sentados en la comodidad de nuestra casa, con nuestro móvil en la mano, o con nuestro ordenador, podemos hacer muchísimo hoy en día.
Muchísimas gracias por esta oportunidad y gracias por el trabajo que hacen por la Evangelización, que realizan a través de estas nuevas tecnologías, y animo una vez más a alentar a todos los que tienen algún tipo de presencia en las redes sociales a saber que pueden difundir el amor de Dios a través de este trabajo. Muchas gracias y que Dios les bendiga.