El cardenal y arzobispo emérito de São Salvador de Bahía, Geraldo Majella Agnelo, falleció el sábado 26 de agosto a los 89 años en la ciudad de Londrina, donde recibía tratamiento en su domicilio y cuyo estado empeoró en la última semana. La salud del purpurado, que fue presidente de la Conferencia Episcopal de Brasil, era frágil desde diciembre de 2022, cuando sufrió un derrame cerebral. Con su fallecimiento, el Colegio Cardenalicio queda con 221 cardenales, de los cuales 120 son electores y 101 no electores.
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Agnelo nació en Juiz de Fora, Minas Gerais, el 19 de octubre de 1933. Con 12 años ingresó en el Seminario Menor de Juiz de Fora. En 1948 ingresó al seminario menor arquidiocesano de São Paulo, coordinado por los Premonstratenses, en Pirapora do Bom Jesus. Comenzó sus estudios de filosofía en 1951 en São Paulo. Además, estudió la licenciatura en Teología en la Facultad de Teología Nossa Senhora da Assunção. Entre 1967 y 1969, el purpurado se especializó en Liturgia en el Instituto Litúrgico del Pontificio Ateneo de Santo Anselmo, en Roma. Ese mismo año inició un doctorado en teología con especialización en litúrgica.
Fue nombrado en 1978 obispo de Toledo, en Paraná, donde permaneció hasta ser nombrado arzobispo de Londrina por Juan Pablo II en 1982. En el mismo año asumió la presidencia de la Comisión Litúrgica de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB) y fue nombrado miembro del Departamento de Liturgia del Consejo Episcopal Latinoamericano. En 1991 asumió la presidencia del Departamento de Liturgia del CELAM. Ese mismo año fue nombrado por Juan Pablo II secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
Presidió la Comisión de Liturgia para el Gran Jubileo de 2000 y también fue miembro del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales. El 13 de enero de 1999 fue nombrado arzobispo de São Salvador da Bahia, convirtiéndose en primado de Brasil. Fue creado cardenal el 21 de febrero de 2001. En 2003 fue elegido presidente de la CNBB, cargo que ocupó hasta 2007. Su renuncia fue aceptada por Benedicto XVI en 2011. En 2014, el cardenal decidió residir en Londrina, donde falleció.
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