Un tribunal de Lahore condena recientemente a muerte en la horca al cristiano Ashfaq Masih, acusado falsamente de blasfemia en Pakistán, por un hecho que ocurrió hace más de 5 años, cuando habría difamado al profeta Mahoma tras afirmar que Jesucristo es el único profeta. El 15 de junio de 2017, la policía abrió un expediente contra Ashfaq, quien fue detenido tras una discusión con un musulmán que se había acercado a su taller de reparación de bicicletas. La familia del cristiano aseveró que la acusación de blasfemia era un pretexto utilizado por el cliente, Muhammad Irfan, para no pagar el trabajo realizado. La sentencia se dictó el 4 de julio pasado.
Colabore con Verdad en Libertad
El juez adjunto Khalid Wazir dictó la sentencia que se esperaba desde 2017. A pesar de que el cristiano —casado y que tiene una hija de 8 años— ratifica que es inocente, el jurado dictó la sentencia de muerte. Se teme que Ashfaq sea ejecutado o, como ya sucedió en el pasado, acabe siendo víctima de una ejecución extrajudicial, incluso en prisión, perpetrada en nombre de la ley de blasfemia. El presidente de Voice for Justice, Joseph Jansen, consideró que la condena a muerte de Masih, establecida por un Tribunal de Pakistán, es una fuente de «miedo» para toda la comunidad cristiana pakistaní, especialmente para las «víctimas de otros casos de blasfemia y sus familias».
RT:#Christian #AshfaqMasih,#Blasphemy victim given #Death sentence for False accusations in #Lahore #Pakistan.#Persecution @Sachinettiyil @soonintheclouds @Alexandra0306 @cerda_jenny @MercyofGod504 #ReligiousFreedom #IRF #FORBforall #media #NEWS @MaheshB101 @blueshawk #Newsnight pic.twitter.com/SfLQ2brit4
— Pak🇵🇰Christian Persecution ن ✝️🇨🇦🇺🇲🇬🇧 (@FreeNadeemSam) July 10, 2022
Jansen reiteró que la mayoría de las acusaciones son «falsas o están relacionadas con venganzas y disputas personales, más que con episodios reales de difamación» del profeta o de la religión islámica. Aseguró que en algunos casos las acusaciones desencadenan reacciones violentas de turbas enfurecidas, que buscan «hacer justicia por mano propia» y atacan a los acusados y las zonas donde viven, lo que genera daños muy graves. Frente a todo esto, explicó que los que denuncian, quienes usan el pretexto de la blasfemia y las falsas acusaciones al manipular o distorsionar los hechos, «permanecen en gran medida impunes».
Puede interesarle: Pakistán ratifica condena a muerte de 2 cristianos acusados de supuesta blasfemia.