Hay una gran movilización de instituciones católicas para asistir a damnificados por ciclón Seroja en Indonesia y Timor Oriental. Sacerdotes y religiosas brindan ayuda a los damnificados que debieron huir de sus hogares. Los fuertes vientos y las lluvias torrenciales arrancaron árboles y provocaron deslizamientos de tierra, por lo que pueblos enteros quedaron sumergidos en agua y barro, y cerca de 10.000 residentes escaparon en busca de refugio. Según las estadísticas oficiales, el ciclón tropical Seroja causó al menos 165 víctimas fatales en Indonesia y 37 en Timor Oriental, mientras que hay más de 55 desaparecidos. Las zonas más afectadas en Indonesia son la isla de Adonara, Lembata, Sumba Oriental y Timor.
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La hermana Wilhemina Kato explicó que las inundaciones arrasaron tres pueblos de Adonara: Waiburak, Lamanele y Lamalaka. «El río Waibele se desbordó e inundó las tierras circundantes», sostuvo la religiosa, que coordina la ayuda humanitaria del obispado de Larantuka. La comunidad católica, a través de Caritas Indonesia, reaccionó a la tragedia con una campaña de recaudación de fondos para los desplazados. Las donaciones se utilizarán para comprar alimentos, medicamentos, mantas y mascarillas para el COVID-19. Gaby Dasilva, vicario del obispado local, explicó que Caritas organizó un centro especial para hacer frente a la crisis. En Timor Oriental se registraron al menos 36 muertos y 30 desaparecidos. Los damnificados que huyeron de las inundaciones han recibido refugio en las instalaciones administradas por la Iglesia. El presbítero y presidente de la división de servicios sociales del arzobispado de Dili, Angelo Salshina, aseguró a ‘UCA News’ que los afectados necesitan socorro urgente y resaltó que la Conferencia de Obispos Católicos de Timor y los sacerdotes y religiosas ayudaron a cubrir las necesidades básicas de los damnificados.
Salshina precisó que 2.000 afectados se encuentran en el centro de formación de los salesianos en Comoro, 7.000 reciben asistencia en la parroquia de la Inmaculada Concepción en Dili y otros 12 importantes centros de ayuda albergan a los damnificados. Reiteró que en este momento lo que más requieren son alimentos y ropa para niños y ancianos. El primer ministro de Timor Oriental, Taun Matan Ruak, destacó la labor de las organizaciones religiosas, los socios para el desarrollo y las organizaciones de la sociedad civil. La Iglesia en Indonesia, con Caritas, inició una campaña de recaudación de fondos para atender las necesidades de las comunidades afectadas. El cardenal y presidente de la Conferencia Episcopal de Indonesia, Ignatius Suharyo, solicitó en un mensaje a los católicos que «muestren compasión hacia las víctimas de las inundaciones» que golpeó la provincia de Nusa Tenggara oriental, de mayoría católica. «La compasión es una materialización de nuestra fe y puede ser una bendición para nuestros hermanos», ratificó. El arzobispo de Palembang y presidente de Caritas Indonesia, Aloysius Sudarso, precisó que la entidad eclesial ya recibió más de 1.000.000.000 de rupias —71.400 dólares— que se van a utilizar en programas de rehabilitación para los desplazados.
«En medio de tantas dificultades y sufrimientos para miles de personas, estamos asistiendo a una carrera de solidaridad, especialmente de las organizaciones religiosas católicas de Caritas Indonesia. Las islas de Flores y Timor son las dos islas de mayoría católica de toda Indonesia, y ver que la Iglesia católica se moviliza con tanta generosidad para atender las necesidades de estas personas es conmovedor», sostuvo el padre Luigi Galvani, misionero camilo en la isla de Flores, al referirse a la gran movilización de instituciones católicas. «Las necesidades son muchas, pero nos han referido que la comida, el agua y el apoyo psicológico son las prioridades. En concreto, con la ayuda de algunos benefactores locales, ya enviamos 3 toneladas de arroz, 300 paquetes de noodles y miles de vitaminas. Todo ello coordinado con Caritas de la diócesis de Larantuka», sostuvo el misionero.
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