El obispo de Formosa, Vicente Conejero Gallego, reflexionó que «la tentación está siempre al acecho, por tanto, ahora es el tiempo y la hora de acrecentar la fe y la oración, ambas cimentadas y alimentadas en la Palabra de Dios, para poder vencer como Jesús al tentador», en su editorial de febrero en el periódico diocesano ‘Peregrinamos’.
«El Maligno circula suelto por nuestro mundo y la maldad puede también salir de nuestro mismo corazón, como nos advierte el Señor. De ahí, la necesidad de estar, más que nunca, firmes en la fe, atentos, vigilantes, sobrios y orantes para no sucumbir y con la fe, en Cristo, vencer al mundo», enfatizó el prelado. «El riesgo de caer, en las tentaciones de la codicia y del abuso de poder, es de todos; porque incluso los presbíteros, pastores llamados a apacentar el Rebaño del Señor que a ellos se les confía, pueden hacerlo no con abnegación, como quiere Dios, sino por interés mezquino o pretendiendo dominar a los que les han sido encomendados”, sostuvo.
El obispo Conejero, que pidió acrecentar la fe, precisó que «simultánea e inseparablemente a fin de que sea posible y realizable verdaderamente en nosotros la conversión, hay que creer y confiar en la persona de Jesucristo, la Buena Noticia de Dios». «Jesús, Buen Pastor, es y será siempre para todos, el modelo a seguir. Así, amar y servir a los demás, hasta dar la vida como Él, serán los objetivos principales de nuestra conversión», aseguró.
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