Los miembros de la Conferencia de Religiosos de Haití (CRH) denuncian asaltos y vandalismo, en una nota publicada hace unos días, en la que manifestaron su dolor y preocupación, pero también la determinación para llevar adelante la misión a la que están llamadas las personas consagradas. Precisaron su consternación por la situación del país caribeño, donde faltan productos de primera necesidad y se produjeron numerosos saqueos y episodios de violencia.
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Suscríbase al boletín de VenL«Es un momento grave, estamos en medio de una catástrofe humanitaria. Hay que hacer algo, y cuanto antes», aseguró la CRH, tras los actos de violencia de los últimos días que ocurrieron en particular en las diócesis de Cayes, Gonaïves y Fort-Liberté, y más en concreto en Ouanaminthe. La Conferencia de Religiosos de Haití aseveró que algunos grupos de hombres también atacaron a Caritas, los locales de la comunidad de San José de la Aparición en Pravil, la escuela que acoge a los alumnos de los grupos más vulnerables, pero también el centro textil que las religiosas habían empezado a gestionar.
Los religiosos de Haití exigieron, después de que denuncian una extensa lista de asaltos y vandalismo, que «las autoridades estatales asuman sus responsabilidades y hagan todo lo posible para proteger vidas y bienes». Los obispos de Haití ya recientemente realizaron la misma petición. «Seguiremos trabajando incansablemente a su lado contra la miseria, la ignorancia, la inseguridad, la violencia absurda y a favor de la justicia social y el desarrollo integral», enfatizaron, al reafirmar su compromiso «a favor de los más pobres, de los niños, de los jóvenes, de los enfermos, en fin, de las personas en situación de gran vulnerabilidad, para que venga su reino, según la misión que recibieron del Señor».
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