El régimen chino instruye a las parroquias para «sinización del catolicismo», con el nombre de ‘seminarios sobre la sinización de las iglesias’. Representantes de la Asociación Patriótica de los Católicos Chinos, encabezados por uno de sus sacerdotes, se desplazan hasta una parroquia para enseñarles qué deben hacer para una «estricta gobernanza de acuerdo con la ley».
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Suscríbase al boletín de VenLEl proyecto de Xi Jinping dice querer «mejorar la gestión» de la Iglesia y para «llevar a cabo servicios de caridad social» (sic), indicaron 2 delegaciones de la Iglesia oficialista junto con un párroco de Wuxi, Jiangsu. La Asociación Patriótica de Wuxi dijo que las medidas «demuestran sus esfuerzos activos para promover la sinización de la Iglesia» (sic). La «sinización» es una estrategia aprobada el 14 de diciembre de 2023 por un organismo del Partido Comunista que dirige los asuntos religiosos y coordina a la Asociación Patriótica y a la conferencia de obispos católicos, no reconocida por Roma.
La estrategia se plasma en el Plan Quinquenal para la Sinización del Catolicismo en China (2023-2027) que de facto ya se implementa, pero que a partir de esa fecha se convirtió en prioridad y método de trabajo del partido para el control de todas las comunidades religiosas. Pocos días después se aprobaba uno similar para los evangélicos. Uno de los principales empeños es la introducción en los templos de retratos de Xi Jinping como símbolo de la sumisión del culto a las directrices del Partido, pero es solo un aspecto. Es parte desde el principio del asalto a la religión junto al asesinato y el encarcelamiento.
Los métodos actuales, sin renunciar a esos 3 instrumentos ―en la actualidad, hay obispos, sacerdotes y fieles arrestados o en paradero desconocido― pretenden desaparecer la religión apoderarse de ella en el interior de los creyentes. El escritor y politólogo católico estadounidense George Weigel explicó que la «sinización» consiste en «un impulso a los objetivos hegemónicos del régimen comunista chino» y «un llamado a la aquiescencia obsequiosa hacia el programa de control social del régimen».
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