Promueven canonización de joven asesinado en atentado islamista en Pakistán

La familia católica de Akash Bashir reza por el movimiento que promueve la canonización de su hijo mártir, un joven de 20 años que fue asesinado en un atentado islamista en Pakistán, al evitar que un yihadista entrara en la colmada iglesia católica de San Juan en 2015. "Estaba dispuesto a sacrificar su vida si Dios le daba la oportunidad de proteger a terceros. Murió en la Cuaresma", indicó Naz Bano, la madre de Akash, en diálogo con 'Ayuda a la Iglesia Necesitada'.

La familia católica de Akash Bashir reza por el movimiento que promueve desde 2016 la canonización de su hijo mártir, un joven de 20 años que fue asesinado en un atentado islamista en Pakistán, al evitar que un yihadista entrara en la colmada iglesia católica de San Juan. El 15 de marzo de 2015 al menos 20 personas fallecieron y 80 quedaron heridas por 2 explosiones terroristas en las Misas de 2 iglesias en Youhanabad, el barrio cristiano de Lahore, capital de la provincia pakistaní de Punjab. El vicario general del arzobispado de Lahore, Francis Gulzar, anunció el inicio del proceso de beatificación de Akash en el primer aniversario del atentado islamista.

«En noviembre de 2014, Akash se unió al grupo de voluntarios que velaban por la seguridad de nuestra iglesia. Todas las confesiones estaban reclutando a jóvenes tras el atentado suicida de 2013 contra la iglesia de Todos los Santos de la ciudad de Peshawar, en la provincia septentrional de Khyber Pakhtunkhwa. Solíamos ver a los manifestantes que pedían justicia para las víctimas del atentado contra la iglesia de Peshawar, Akash solía hablar de ello con sus amigos e insistió durante 3 meses en que quería ayudar a vigilar la iglesia. Estaba dispuesto a sacrificar su vida si Dios le daba la oportunidad de proteger a terceros. Murió en la Cuaresma», indicó Naz Bano, la madre de Akash, en diálogo con ‘Ayuda a la Iglesia Necesitada’.

Recordó que «estaba lavando la ropa en casa» cuando su hijo «se fue a la iglesia ese domingo, iba vestido todo de blanco». «Momentos después, escuché disparos y en nuestra calle retumbaron las explosiones. En ese momento, recordé que había oído hablar a mujeres de las amenazas de muerte dirigidas contra la escuela de la Iglesia de Cristo —anglicana—. Los estudiantes solían hablar de las cartas amenazantes que encontraban en el buzón. Las calles estaban llenas de gente. Al oír la segunda explosión, corrí con mi hijo menor hacia la iglesia católica. Busqué a Akash entre los chicos que estaban cerca de la puerta de la iglesia, entonces lo vi tirado en la tierra. Su brazo derecho estaba casi arrancado. No podía creer lo que veía», afirmó.

Akash iba a controlar a los visitantes en una barrera a cierta distancia de la iglesia, pero él insistió en colocarse a la puerta de la iglesia. Sus últimas palabras fueron dirigidas al islamista fueron «moriré, pero no te dejaré entrar en la iglesia». Esas mismas palabras están inscritas en las pancartas de la conmemoración anual de su muerte. La 5 conmemoración fue cancelada este año por la pandemia. La Iglesia católica ofreció apoyo a las familias de los fallecidos y a los heridos, otras Iglesias y entidades también ayudaron. El movimiento en pos del proceso de beatificación de Akash se retrasó por la pandemia, pero un sacerdote salesiano escribe un libro sobre él. «Tengo sentimientos encontrados cuando paso por el monumento dedicado a Akash frente a la iglesia de San Juan. Era un simple muchacho que murió en el camino del Señor y salvó al sacerdote y a los feligreses. La gente lo ama. Akash ya es nuestro santo», sostuvo Naz Bano.

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