La procesión secular diaria en la Basílica del Santo Sepulcro comienza todos los días cuando todos recibieron la luz del altar del Santísimo Sacramento. Suenan las campanas, mientras los frailes concluyen las vísperas en el coro, los fieles esperan para poder entrar en la capilla de la aparición y encender los cirios que llevarán en procesión, conmemorando el rito pascual del paso del fuego.
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Suscríbase al boletín de VenL«Las primeras noticias de la procesión se remontan al año 1336. Esto atestigua que los frailes practicaban esta forma de oración desde los primeros días de su llegada. Hay que pensar que la Basílica, desde la partida de los cruzados, se cerraba con llave todos los días. El portero encargado de hacerlo era musulmán. Cuando los peregrinos llegaban y pedían entrar en la Basílica, debían rendir homenaje al portero que les abría la puerta», precisó fray Stéphane Milovitch, presidente del Santo Sepulcro.
Fray Stéphane afirmó que «normalmente los frailes acompañaban a los peregrinos en una visita que comenzaba en la entrada de la Basílica y continuaba por los distintos lugares sagrados que se conservan en el edificio». «Por tanto el origen de la procesión, desde el inicio de la presencia de los frailes, surge de la necesidad de acoger a los peregrinos y acercarlos al conocimiento espiritual de estos lugares», aseguró.
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