El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea, presidió una Misa en la basílica de Luján por la vida naciente, el sábado 26 de diciembre. La celebración eucarística, que tuvo como lema ‘A ti confiamos la causa de la Vida’, dio comienzo al triduo de oración en favor de la vida humana, en vísperas del tratamiento en el Senado del proyecto de ley de aborto, tras la media sanción en la Cámara Baja. El lunes 28 de diciembre, en la solemnidad de los mártires Santos Inocentes, se realiza una jornada de ayuno y oración para implorar por el respeto y el cuidado de la vida por nacer, convocada la CEA, a la que se unió la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera). La iniciativa abortista se debatirá en el recinto el martes 29 de diciembre a partir de las 16, tras la convocatoria oficial de la vicepresidente Cristina Fernández. El presidente de Argentina, Alberto Fernández, envió la iniciativa hace unas semanas al Congreso y actualmente promueve el lamentable proyecto abortista para que sea aprobado.
«En medio de este contexto excepcional no podemos ocultar nuestro dolor ante el proyecto de ley del aborto. Públicamente hemos expresado la inoportunidad de dicho proyecto, no porque pensemos que hay un tiempo propio para presentarlo, ya que es muy conocida la posición sobre este tema de millones de personas creyentes y no creyentes, sino que cuando hablamos de tiempo oportuno, nos referimos a la sabiduría de leer en profundidad lo que se está viviendo, la magnitud y la complejidad de la crisis que atravesamos, para poner nuestras mejores energías en resolver los problemas que nos urgen hoy: la necesidad de establecer acuerdos fundamentales desde la dirigencia política económica y social que nos permitan mirar hacia adelante», indicó Ojea, en la homilía de la Misa que fue concelebrada por el cardenal y vicepresidente primero de la CEA, Mario Poli, el obispo de Chascomús y secretario general de la CEA, Carlos Malfa. Además, concelebraron el arzobispo de Mercedes-Luján, Jorge Eduardo Scheinig, y el obispo auxiliar de Buenos Aires Enrique Eguía Seguí, en comunión con los obispos de las distintas diócesis del país.
Los Obispos que componen la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal #Argentina, junto con todos sus hermanos Obispos de las distintas Diócesis del país, a los pies de la #VirgenDeLuján han celebrado la Eucaristía en su honor por el cuidado y el respeto de toda #Vida.#CEA pic.twitter.com/oNy4U6zeAp
— Conferencia Episcopal Argentina (@EpiscopadoArg) December 26, 2020
Ojea aseguró que «esta Navidad nos encuentra en un momento histórico en el que necesitamos una ardua reconstrucción de las fuentes de trabajo, de la educación, de las instituciones y de los lazos fraternos». «Muchas cosas se han roto y necesitan ser sanadas” ¿Por qué no renovar la esperanza? No podremos construir si se le suelta la mano al indefenso, si se desconocen los derechos al más débil y al más pobre. Este es un principio de ética humana, pre religiosa, que está sostenido por la ciencia médica y el derecho», aseguró. El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina recordó, en la Misa en Luján por la vida naciente, que Tabaré Vázquez, expresidente de Uruguay —falleció hace unas semanas—, cuando «vetó la ley del aborto en su país, no se basó en sus creencias ya que se había declarado agnóstico, sino en la conciencia de un médico que sabe perfectamente cuándo comienza el maravilloso acontecimiento de la vida humana y que hizo un juramento para defenderla”.
Ofrecemos la fecundidad de la Oración a la #VirgenDeLuján pidiendo a nuestra Madre, patrona del Pueblo Argentino, por el cuidado y el respeto de la #Vida. Juntos, en comunión espiritual, acompañamos la Misa celebrada en el @SantuarioLujan, ingresando en → https://t.co/7JY0Zm3cAc pic.twitter.com/BVY1z8XRDB
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«María nuestra madre, eligió la vida amenazada de un niño en el pesebre, la defendió con valentía de Herodes y sus soldados, la acompañó a lo largo de la vida pública de Jesús y la acompañó hasta la cruz, el momento más duro y terrible. Este año el pueblo argentino cuidó la vida, la protegió, la alimentó, la curó, la lloró, la defendió de la pandemia, del hambre, de la falta de trabajo y de la miseria. Por eso estamos convencidos de que con María de Luján el pueblo seguirá eligiendo siempre toda la vida y todas las vidas», ratificó. «Virgen Santísima, Madre del Pueblo argentino, vos que sos capaz de transformar una cueva de animales en la casa de Jesús con unos pocos pañales y una montaña de ternura, te pedimos que detengas tu mirada sobre los legisladores que tendrán que decidir sobre un tema de delicadeza tan extrema; que pueda provocar una serena reflexión en sus mentes y en sus corazones, que no renieguen de sus convicciones más profundas», imploró.
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