Policía confisca vino de Misa en Canadá

La Policía confisca grandes cantidades de vino de Misa durante una redada en Canadá, pese a que la ley canadiense de importación de alcohol establece una exención para el vino que se consagra durante la Misa. Las autoridades de Quebec toma medidas contra las presuntas importaciones ilegales de vino de Misa, lo que amenaza con crear a medio-largo plazo una escasez para las celebraciones litúrgicas en el país. Según precisó ‘Catholic News Service’ (CNS), todo el vino de Misa fue confiscado en 3 tiendas de suministros de la iglesia de Quebec a mediados de abril.

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Una portavoz de la Policía, que confisca vino de Misa, indicó a CNS que la incautación estaba relacionada con las leyes sobre el tráfico transprovincial de alcohol. La ley de importación de alcohol establece una exención para los usos sacramentales. Actualmente, en Canadá no se produce vino de misa, después de varios años de contar con una variedad de producción nacional adecuada para el uso litúrgico. Las necesidades de vino para las Misas se cubren con importaciones de California a través de las provincias de Ontario y Nuevo Brunswick desde Estados Unidos. En Quebec, el alcohol lo distribuye el monopolio gubernamental ‘Société des alcools du Québec’ (SAQ), que no ofrece vino de comunión. «La SAQ lleva intentando frenar la distribución de vino de Misa en Quebec desde al menos los años 80», explicó Jacques Laroche, director general de una de las empresas afectadas por las incautaciones.

Precisó que las parroquias y las órdenes religiosas tuvieron que hacer compras mediante desvíos en otras provincias. Los obispos católicos de Quebec precisaron que se pusieron en contacto con la SAQ para asegurar el suministro de vino de Misa. El monopolio estatal SAQ también está dispuesto a cooperar en la comprobación de su propia gama de productos en busca de variedades adecuadas para el vino de Misa. Sin embargo, no hay amenaza de restricciones en la vida litúrgica por el momento, dado que las parroquias seguían teniendo suficientes suministros y, además, el consumo había disminuido de todos modos debido a las restricciones causadas por la pandemia. No todos los vinos pueden utilizarse como vino de Misa en la liturgia, dado que el derecho canónico estipula que el vino de misa debe ser «naturalmente puro y sin mezclas […], es decir, sin mezcla de sustancias extrañas».

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