El patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, indicó que «la auténtica celebración cristiana de la Navidad constituye hoy un acto de resistencia a la secularización de la vida y al debilitamiento o la muerte de la conciencia del misterio», en su mensaje de Navidad, tras indicar que el significado de la encarnación de un Dios que no hace desaparecer las adversidades sino que hace al hombre más verdadero.
Precisó que la relación más íntima del pueblo cristiano con Cristo no se ve afectada por las condiciones externas, estas diferentes, con las que se celebrará la Navidad este año. «En las sociedades secularizadas, la Navidad perdió color, la convirtieron en la fiesta del consumo ostentoso y de la mundanidad», lamentó. El Patriarca Bartolomé aseguró que «la auténtica celebración cristiana de la Navidad constituye hoy un acto de resistencia a la secularización de la vida y al debilitamiento o la muerte de la conciencia del misterio».
«En la encarnación del Logos se revela el contenido, el objetivo y el propósito de la existencia humana. El Dios más que perfecto existe como hombre perfecto para que podamos existir a la manera de Dios», reflexionó. «El hombre es —según la profunda expresión de San Gregorio el Teólogo— un dios cerrado, un ser vivo deificado. Este es el más alto honor para el hombre que le da a su existencia un valor sin igual», consideró Bartolomé I, al reiterar que «en Cristo, todos los hombres están llamados a la salvación».
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