La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) solicitó al Congreso fondos federales para mejorar la seguridad en los lugares de culto, frente al incremento de actos vandálicos e incluso terrorista, en una carta dirigida a los líderes del Congreso, escrita el mes pasado y hecha pública esta semana.
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Los prelados instaron a los legisladores a que incluyan fondos adicionales para el Programa de Subvenciones de Seguridad para Organizaciones sin Ánimo de Lucro (NSGP) en un paquete que proporciona ayuda de seguridad a Israel. El cardenal y presidente del Comité para la Libertad Religiosa de la USCCB, Timothy Dolan, explicó en la misiva que las subvenciones «permiten a las comunidades vulnerables reunirse para el culto, la oración y el servicio sin temor a ser atacadas».
Consideró que «la comunidad judía es especialmente vulnerable», al citar «historias de ataques» desde el comienzo de la guerra en Gaza. Se refirió a los atentados en los últimos años, al reiterar que se produjeron más de 300 ataques contra iglesias católicas en Estados Unidos desde mayo de 2020. Los ataques incluyeron incendios provocados —como la destrucción del santuario de San José en Salem, Oregón—, así como vandalismo, como la decapitación de una estatua de Cristo en Miami.
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