Los obispos de Estados Unidos denuncian el proyecto de ley de origen demócrata ‘Equallity Act’, que cuenta con el apoyo del presidente Joe Biden —incluso había prometido que la firmaría en los primeros 100 días de su gobierno—, que «castiga a las organizaciones benéficas basadas en la fe, como refugios y agencias de acogida, debido a sus creencias sobre el matrimonio y la sexualidad», en una reciente carta dirigida a la Cámara de Representantes del país norteamericano. El texto fue firmado por el cardenal Timothy Dolan; el obispo de Oakland, Michael Barber; el arzobispo de Oklahoma City, Paul Coakley; el obispo de Tulsa, David Konderla; y el arzobispo de Kansas City, Joseph Naumann, quienes presiden distintos comités de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
«La ‘Ley de Igualdad’ —que descarta la natural diferencia sexual— representa la imposición por parte del Congreso de puntos de vista novedosos y divisivos con respecto al ‘género’ en individuos y organizaciones. Esto incluye descartar la diferencia sexual y presentar falsamente el ‘género’ como una construcción social», precisaron los prelados, en su carta del 23 de febrero pasado, en la que reiteraron que «una cosa es comprender la debilidad humana y las complejidades de la vida, y otra aceptar ideologías que intentan romper lo que son aspectos inseparables de la realidad». Indicaron que entre los numerosos daños sociales y legales que produciría la ley a los estadounidenses implicaría «obligar a las personas y organizaciones a hablar o actuar en apoyo de las transiciones de género, incluso cuando sea en contra de su juicio profesional».
Obispos dicen que la Ley de Igualdad discriminaría a las personas de fe https://t.co/v5SyqkMiYx
El comunicado lo firman el obispo Michael C. Barber (foto), el arzobispo Paul S. Coakley, el cardenal Timothy M. Dolan, el obispo David A. Konderla y el arzobispo Joseph F. Naumann. pic.twitter.com/kalreqxd69— USCCBespanol (@USCCBEspanol) February 23, 2021
Afirmaron que «se corre el riesgo de obligar a los contribuyentes a pagar los abortos y a los trabajadores de la salud con objeciones de conciencia a realizarlos» y se pretende «obligar a las niñas y mujeres a competir contra niños y hombres por oportunidades limitadas en los deportes escolares, ampliar la definición gubernamental de lugares públicos para incluir espacios operados por motivos religiosos, como los ‘halls’ de las iglesias». Alertaron que con este proyecto se «excluye a personas de carreras y medios de vida por sus creencias sobre el matrimonio y la sexualidad». Asimismo, denunciaron que el proyecto discrimina a «las personas y las instituciones religiosas al derogar parcialmente la Ley de restauración de la libertad religiosa».
«Cada año, la Iglesia católica, como el mayor proveedor no gubernamental de servicios humanos en los Estados Unidos, ayuda a millones de personas necesitadas a través de sus parroquias, escuelas, hospitales, refugios, clínicas legales, bancos de alimentos y otras organizaciones benéficas. Las mismas creencias fundamentales sobre la persona humana —hechas con dignidad inherente y a imagen de Dios— motivan nuestras posiciones sobre la vida, el matrimonio y la sexualidad, y también nuestro llamado a servir a los más vulnerables y al bien común», argumentaron, al lamentar que todos esos servicios se ven amenazados por la posibilidad de la imposición ideológica del proyecto de ley apoyado por Biden. El jueves 25 de febrero, el proyecto de ley fue aprobado en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos y ahora pasó al Senado.
Carta de los obispos de Estados Unidos en PDF.
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