Los obispos de Estados Unidos celebran el Mes del Respeto a la Vida, al hacer un llamamiento a los católicos a vivir la «solidaridad radical» con las madres y los bebés necesitados. El mes de octubre fue reservado desde hace 50 años por los prelados estadounidenses como «un tiempo para centrarse en la protección del precioso don de Dios de la vida humana», después que en 1973, el Tribunal Supremo legalizó el aborto en todo el país en el caso ‘Roe contra Wade’.
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Suscríbase al boletín de VenLEl obispo de Arlington y presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Michael Burbidge, publicó una declaración sobre el Mes del Respeto a la Vida, el 18 de septiembre pasado. Reiteró a los fieles que, aunque Roe v. Wade terminó, los católicos son demasiado conscientes de que el aborto continúa en la mayoría de los estados y «se promueve agresivamente a nivel federal». «Pero todavía necesitamos muchas oraciones, sacrificios y buenas obras para transformar una cultura de muerte en una cultura de vida», aseguró Burbidge.
Sostuvo que lo más inmediato que podemos hacer es «rodear a fondo a las madres necesitadas de apoyo vital y acompañamiento personal». Indicó que este acompañamiento y ayuda pueden salvar a los bebés y a sus madres de los abortos. Además, citó a Juan Pablo II, quien definió por primera vez la «solidaridad radical». «Rechazando con firmeza el ‘pro-choice’ es necesario hacerse valientemente ‘pro-mujer’, promoviendo una elección verdaderamente a favor de la mujer… La única postura honesta, en estos casos, es la de la solidaridad radical con la mujer. No está bien dejarla sola», afirmó.
