Los obispos de Argentina solicitaron al gobierno «celebraciones dentro de templos, con aforos en proporción a sus espacios físicos», frente a las restricciones establecidas por la pandemia de COVID-19, en una declaración titulada ‘Una necesidad vital’, el martes 1 de junio. El mensaje de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) fue firmado por el obispo de San Isidro y presidente de la CEA, Oscar Ojea; el cardenal y vicepresidente primero, Mario Poli; el arzobispo de Mendoza y vicepresidente segundo, Marcelo Colombo; y el obispo de Chascomús y secretario general, Carlos Malfa.
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«¿Qué ayuda a mantener encendida la esperanza en este tiempo tan dramático que vivimos? Con claridad lo decimos: La dimensión trascendente y religiosa de la vida. Así lo expresa y tiene necesidad de hacerlo nuestro pueblo. Ella constituye el horizonte de muchos argentinos y los llena de fortaleza, consuelo y esperanza. Aún para muchos que habitualmente no participaban de celebraciones y encuentros religiosos, la enfermedad y la muerte cercana de algún ser querido, así como la angustia y la desesperanza, se revelan como momentos difíciles que la fe ayuda a afrontar con mayor fortaleza. Entonces, la mejor política arraigada en el pueblo, es también la que reconoce la importancia de la espiritualidad en la vida de los pueblos», aseguró la CEA, quien recordó que desde el 20 de marzo de 2020 acompañan las disposiciones sobre «el cuidado de la vida y de la salud de todos».
Compartimos el mensaje de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina: Una necesidad vital
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— Conferencia Episcopal Argentina (@EpiscopadoArg) June 1, 2021
Ratificó que el pueblo «ante esta terrible incertidumbre, necesita vivir la dimensión comunitaria de la fe en estos momentos significativos de su vida». «Necesitamos rezar, acudir a algunos de los santuarios donde alguna vez hemos experimentado con fuerza la ayuda de Dios o pedir la contención espiritual del ministro religioso. En estos casos, contemplamos con gratitud cómo la vocación sacerdotal y religiosa, no presentan reparos a la hora de estar con el que sufre», aseguró. «A los fines de cumplir con lo dispuesto en este tiempo de pandemia, la Iglesia ha adoptado todas las normas que eviten la difusión del COVID. En nuestras comunidades, vimos cómo se han ido perfeccionado los protocolos, los cuidados y sobre todo el sentido de responsabilidad social de ministros», explicó.
«Creemos que el respeto de esta sensibilidad religiosa no puede quedar librado a respuestas arbitrarias de las autoridades o a decisiones fundadas en la opinión personal de un funcionario. Por eso, a partir de la experiencia satisfactoria de tantos barrios, ciudades y provincias, solicitamos a las autoridades se adopten aquellas normas razonables que posibiliten la realización de celebraciones durante estos tiempos de bajas temperaturas, dentro de los templos, con la previsión de aforos en la proporción adecuada a sus espacios físicos», pidieron los obispos de Argentina. Consideraron que «en un dialogo abierto y eficaz» se pueden adoptar las medidas que permitan estas celebraciones, «asumiendo los ciudadanos y las autoridades religiosas, el pleno cumplimiento de las disposiciones en materia de distanciamiento y aquellas otras medidas sanitarias que se vienen llevando adelante en este tiempo».
Declaración de la Comisión Ejecutiva de la CEA en PDF.
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