El obispo auxiliar y provicario general de Buenos Aires, Enrique Eguía Seguí, afirmó que «duele en el corazón la falta de la Eucaristía presencial», al reflexionar sobre la reacción de los fieles, y hasta el enojo de algunos, que consideraron que no se hizo lo suficiente para volver a celebrar la Misa en comunidad por la pandemia, durante una entrevista radial. Explicó que la Iglesia espera que se aprueben los protocolos para el regreso de las celebraciones eucarísticas con fieles en el territorio de la arquidiócesis. Reiteró que desde la Iglesia siempre quisieron «privilegiar la salud de las personas, por tal motivo hay que entender que fue necesario el cumplimiento de medidas de prevención respondiendo a las exigencias del aislamiento social».
«La gente reacciona porque duele en el corazón ante la falta de la Eucaristía presencial. Recuperar el culto comunitario implicará cumplir normas y protocolos como la distancia de los fieles en los bancos, no pasarse cancioneros ni papeles, la limosna se hará en un lugar fijo sin pasar ningún tipo de limosnero o bolsa», precisó a Radio Grote, la emisora de la Federación de Círculos Católicos de Obreros (FCCO). «Hay dificultades para la aprobación de las celebraciones de las misas, pero ya estamos en un tiempo que es prioritario que estas se realicen», afirmó el obispo Eguía Seguí al referirse al retorno de la Eucaristía presencial. El prelado participó recientemente junto con líderes de otros credos en un encuentro con el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. «En esa reunión se habló de que esto sería posible en la primera quincena de septiembre y el número más auspicioso es el 25% de la capacidad del lugar, pero sin que exceda 40 fieles aproximadamente», indicó.
Aseguró que las autoridades porteñas entienden la necesidad de un retorno gradual de las celebraciones religiosas por el enorme significado que tienen, más aún en estos momentos difíciles. «La puesta en marcha de las actividades en la Ciudad por parte del Gobierno, incluye en su tercera fase el ejercicio de la práctica religiosa para las personas de fe, entendiendo que esto ayuda a la salud psíquica, mental y espiritual de los fieles. Desde fines de marzo y en reuniones sucesivas y periódicas, hemos ido avanzando con el ideal de recuperar el culto público y comunitario a pleno. Nosotros veníamos insistiendo en que las próximas etapas debían incluir algunas celebraciones con los ministros y con fieles en grupos pequeños», enfatizó.
