El administrador apostólico de San Rafael, el obispo Carlos María Domínguez, llega recientemente a la diócesis del sur de Mendoza, su nuevo destino pastoral. El prelado, tras arribar a San Rafael el 9 de febrero pasado, realizó su profesión de fe y juramento de fidelidad ante los miembros del Colegio de Consultores Diocesanos, que ocupan el lugar del Consejo Presbiteral. En el acto del jueves 10 de febrero, que se realizó en la capilla interna del obispado, el administrador apostólico invitó a Eduardo Taussig, obispo emérito de la diócesis, a firmar los documentos junto con él.
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«Habitualmente eso no se hace, porque en general, cuando esto ocurre ya no está el obispo. Como monseñor Taussig se ha quedado unos días, para acompañarlo en estos primeros días, le pidió que también él firmara», explicó el sacerdote y vocero de la diócesis de San Rafael, José Antonio Álvarez, quien consideró que fue un gesto «de cariño y también de continuidad». Domínguez, quien es obispo auxiliar de San Juan de Cuyo, dialogó con los medios locales en la conferencia de prensa del viernes 11 de febrero. Sobre los posibles cambios en la diócesis, indicó que «tendrá que haber, seguramente», pero no puede prever todavía ninguna modificación sin antes conocer a los sacerdotes, las comunidades y los templos de la diócesis.
Conferencia de prensa del obispo Domínguez.
El prelado precisó, al ser consultado sobre la situación del seminario de San Rafael, que el mismo está bajo la jurisdicción de la Congregación del Clero. «No me corresponde a mí, en este momento, como administrador apostólico, plantear la decisión de reabrirlo o no. Creo que para que quede clara la respuesta en un horizonte no muy lejano, sino mejor dicho, no muy cercano, sino más bien lejano, no se va a plantear la apertura del seminario», afirmó. El obispo Domínguez, que llega a San Rafael como nuevo administrador apostólico sede vacante, indicó a la feligresía que tienen que «tratar de luchar todos por la unidad, de pacificar la situación, de no crear ni fomentar divisiones ni disensos, que desgastan, desaniman y pueden hacer llevar a perder la fe». Solicitó «principalmente, volver a lo esencial que es el Evangelio» y llamó a realizar acciones que tiendan a «construir». «No vengo como enemigo de nadie, sino con una actitud totalmente abierta. Mi lema episcopal es ‘Alegres en la esperanza’, una frase de la carta de Pablo a los Romanos. Es la impronta que quise darle a mi ministerio», enfatizó.
«Que el seminario esté cerrado no significa que no haya seminaristas de San Rafael», reiteró, tras animar a «seguir trabajando profundamente por la pastoral vocacional dentro de la diócesis», al acompañar a los jóvenes en el proceso que vayan haciendo. Detalló que los seminaristas de la diócesis estarán repartidos en 4 seminarios, según lo dispuesto por la Congregación del Clero. Además, Domínguez hizo una aclaración por una información llegada a los medios sanrafaelinos sobre una denuncia penal contra su persona en San Juan, la que reiteró que «es un caso cerrado, y en ningún momento se demostró ni pretensión de bienes, ni tampoco engaño, ni una presunta estafa». Al finalizar, invitó a los sanrafaelinos a «que nos demos la oportunidad de conocernos», sin prejuicios ni etiquetas. «Yo vengo a animar la esperanza, a tratar de respetar el dolor ajeno, tratar de sanar las heridas, de consolar, de animar, y de que la Iglesia en San Rafael siga caminando dentro de una comunidad más grande, que es la Iglesia en la Argentina, la Iglesia universal», enfatizó.
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