El obispo de Formosa, Vicente Conejero Gallego, precisó que «la Iglesia está llamada, en este momento de la historia, a ser más consciente de su vocación e identidad», en su editorial mensual en el periódico diocesano ‘Peregrinamos’, en el que también lamentó que por segundo año consecutivo la pandemia de COVID-19 impida celebrar con normalidad la preparación y fiesta patronal diocesana en honor de Nuestra Señora del Carmen.
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«La Iglesia, pueblo de Dios y sacramento universal de salvación, está llamada, en este momento de la historia, a ser más consciente de su vocación e identidad, a profundizar y revitalizar la comunión, la participación y la misión», precisó el obispo Conejero. «En medio de las debilidades y fragilidades, de la ignorancia y, también, de la mentira, corrupción, violencia, la maldad y perversidad de nuestro alrededor, estamos invitados, ahora y siempre, a acudir a Jesús, y a aprender a ser —como Él mismo lo es—, pacientes y humildes de corazón», reflexionó el prelado.
Conejero alertó que «nuestra sociedad actual está caracterizada por la incidencia e influjo de ideologías partidarias y reduccionistas que atentan contra una comprensión integral y trascendente de la persona, que lamentablemente aprueba leyes de conductas, por simple consenso mayoritario, sin tener en cuenta la verdad objetiva ni el fundamento de la ley natural y racional, destruyendo de esta manera la dignidad humana». Denunció que en esta «sociedad, donde el afán desmedido de codicia y poder a toda costa, crea y mantiene desigualdades inicuas, en lugar de favorecer una mayor igualdad e inclusión». «Busquemos y sintamos la presencia y compañía de María, la madre de Jesús y de la Iglesia, Vida, Dulzura y Esperanza nuestra —como rezamos en la Salve—, y como los Apóstoles, en Caná de Galilea y en Pentecostés experimentemos su cercanía, su alegría y consuelo maternal», imploró.
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