Musulmanes, entre ellos un policía, atacan recientemente a familia cristiana en Farooqabad, un suburbio de Faisalabad, en la provincia de Punjab. El policía, que ya fue suspendido de sus funciones, contó con la ayuda de sus compañeros para escapar del arresto. La banda realizó el ataque en la casa de Wazir Masih, un trabajador de la salud cristiano que en ese momento celebraba el matrimonio de su hijo Ahsan. Allí, el grupo de islámicos interrumpió una boda, acosó a las mujeres e incendió la casa, el 10 de diciembre pasado, en un hecho en el que no hubo víctimas fatales, puesto que la familia pudo salvarse al escapar del hogar.
Síganos en Telegram
Colabore con Verdad en Libertad
Suscríbase al boletín de VenL Los incidentes iniciaron cuando llegó un vecino musulmán, Tariq Pehalwan, que no estaba invitado pero entró a la casa alterado, creó confusión y hostigó a las mujeres mientras les arrojaba dinero para atraerlas. El sujeto fue expulsado por el dueño de casa y poco después regresó con unas 10 personas armadas, de las cuales 5 todavía fueron identificadas. Los musulmanes, que atacan a los invitados, dispararon al aire y apuntaron a las mujeres presentes en la casa de la familia cristiana, a las que acosaron e intentaron arrancarles la ropa. En la agresión, Tariq gritó que los presentes participaban en una celebración «cristiana» y merecían «una lección», mientras sus acompañantes golpeaban a los varones de la familia y desnudaban a sus esposas e hijas. El hijo de Wazir Masih llamó a la policía, que llegó al lugar cuando los agresores ya escaparon, tras lanzar amenazas de muerte. Cuando los agentes se fueron, los atacantes volvieron y robaron joyas y dinero que los invitados regalaron a los recién casados. Además, rociaron muebles y enseres con gasolina y les prendieron fuego.
La familia Masih denunció el ataque a la policía, que solo bajo presión y por la intervención de algunos activistas locales aceptó la denuncia. Los miembros del grupo, después de pasar unas horas en el cuartel, fueron liberados bajo fianza y se encuentran en libertad. Se teme que puedan vengarse. Naveed Walter, presidente de Human Rights Focus Pakistan (HRFP), reiteró la relación entre el día de los derechos humanos y la agresión, para confirmar que «no hay lugar para los derechos humanos» de los cristianos. El activista Robin Daniel tuvo un papel fundamental para salvar la vida de la familia al intervenir el día del ataque. «Los musulmanes poderosos atacan a los cristianos sólo por su fe y no los consideran dignos de igualdad de derechos», aseveró.
Puede interesarle: Musulmanes destruyen con tractores tumbas cristianas en Pakistán.
