El histórico Monasterio de San Marón en Annaya, en Líbano, fue el lugar de reunión para la celebración a la que asistieron cientos de peregrinos, libaneses y extranjeros, para conmemorar a san Charbel Makhlouf, el 22 de julio pasado. Hubo una procesión eucarística, el punto culminante de una celebración de 3 días en honor al santo, cuya fiesta es el 24 de julio en la Iglesia latina, pero el tercer domingo de julio en la Iglesia maronita.
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Suscríbase al boletín de VenLCada año, en vísperas de la fiesta de san Charbel, la Orden Maronita Libanesa permite a los peregrinos pasar la noche del 21 de julio en oración dentro del monasterio, que finaliza con una vigilia ante la tumba del santo, lo que marca un cambio significativo de la práctica habitual del monasterio, que prohíbe vigilias de oración de los fieles durante todo el año.
El permiso especial evidencia la importancia de la fiesta de san Charbel, que coincide con el aniversario de su ordenación sacerdotal, el 23 de julio. «A diferencia de la mayoría de los santos que se celebran el día en que murieron, la fiesta de San Chárbel marca el aniversario del día en que dedicó su vida a servir a Dios como sacerdote», afirmó el padre Hadi Mahfouz, superior general de la Orden Maronita Libanesa.
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