La fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) precisó en el ‘Informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2021’ (ILR) que las minorías religiosas son acusadas de causar la pandemia de COVID-19 y también discriminadas en el acceso a las ayudas. Explicó que por el coronavirus muchos gobiernos impusieron una limitación desproporcionada de la práctica y el culto e indicó que en países como Pakistán se negó la ayuda humanitaria a las minorías religiosas.
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Suscríbase al boletín de VenLEl ILR aseguró que los gobiernos frente la magnitud de la emergencia tomaron medidas extraordinarias, que en algunos casos no estuvieron exentas de abusos y ataques a derechos fundamentales. El informe mencionó también que las minorías religiosas son acusadas de causar la pandemia. «Los prejuicios sociales preexistentes contra minorías religiosas de países como China, Níger, Turquía, Egipto y Pakistán llevaron a un incremento de la discriminación durante la pandemia de la COVID-19 a través, por ejemplo, de la denegación del acceso a la alimentación y a la asistencia médica», enfatizó. Alertó que distintos gobiernos autoritarios y grupos fundamentalistas intensificaron la persecución religiosa. «Movimientos de nacionalismo religioso de la corriente mayoritaria, manipulados por gobiernos y líderes religiosos cooptados, llevan al incremento de la supremacía étnico-religiosa en los países de mayoría hindú y budista de Asia», afirmó, tras advertir que «estos movimientos oprimieron a las minorías religiosas, reduciéndolas de facto a ciudadanos de segunda clase».
El Informe denunció que la violencia sexual es utilizada como arma contra las minorías religiosas, dado que «en un número cada vez mayor de países se registraron delitos contra niñas y mujeres secuestradas, violadas y obligadas a cambiar de fe en conversiones forzosas». Además, sostuvo que las tecnologías de vigilancia represiva cada vez más son utilizadas contra grupos religiosos. «626.000.000 de cámaras de vigilancia mejoradas con inteligencia artificial, escáneres de teléfonos inteligentes en puntos clave de control de peatones, con referencias cruzadas por plataformas analíticas, junto a un sistema social de crédito, garantizarán que representantes y fieles religiosos adhieran a los decretos del Partido Comunista Chino». «30.400.000 de musulmanes de China y Birmania —entre ellos los uigures y los rohinyás— afrontan una grave persecución, mientras la comunidad internacional solo empezó a aplicar las leyes internacionales para detenerla», advirtió el ILR.
Los gobiernos autoritarios quieren controlar a toda su población, los extremistas quieren ganar territorios y los supremacistas determinan quiénes tienen derechos y quiénes no por sus creencias. Estas son algunas de las situaciones en las que se encuentran las minorías religiosas
— Ayuda a la Iglesia Necesitada (@AyudaIglesNeces) April 20, 2021
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