MICRONESIA: LIBERTAD RELIGIOSA.
Por Jennifer Almendras.
Marco legal sobre libertad religiosa y su aplicación efectiva
El ‘Informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2023’ (ILR) afirmó que «ubicados en las islas Carolinas orientales, los Estados Federados de Micronesia son un archipiélago de islas muy diseminadas del océano Pacífico». «La zona más oriental de los cuatro grupos de islas se encuentra a unos tres cuartos de la distancia que hay entre Hawái e Indonesia. La Declaración de Derechos (artículo IV) de la Constitución de los Estados Federados de Micronesia incluye el derecho a la libertad de religión y su libre ejercicio. Esta disposición prohíbe el establecimiento de una religión de Estado o de cualquier restricción gubernamental a la libertad religiosa», explicó.
«Los grupos religiosos no tienen obligación de registrarse en ningún organismo estatal. La escuela pública no ofrece formación religiosa, pero los colegios privados pueden enseñar religión además del plan de estudios aprobado por el Gobierno. Este último puede apoyar a los colegios parroquiales (artículo IV.2). El Consejo Interconfesional de Pohnpei ha seguido ocupándose de las cuestiones sociales apremiantes, fomentando la cooperación entre los distintos grupos cristianos. No hay indicios de que el Gobierno central adopte políticas o permita prácticas que socaven la protección constitucional de la libertad religiosa. Los actos y las actividades oficiales empiezan con frecuencia con una oración cristiana dirigida por un ministro católico o protestante. No se han presentado objeciones significativas contra esta práctica», sostuvo el informe.
Incidentes y evolución
El ILR indicó que «aunque los micronesios pueden vivir y trabajar en Estados Unidos conforme al Pacto de Libre Asociación entre ambos países, allí sufren racismo y los dirigentes religiosos denuncian los incidentes que se producen». «Al parecer, solo la Iglesia católica defiende a los micronesios del trato discriminatorio en el país extranjero más cercano. El 5 de abril de 2021, dispararon y asesinaron en Hawái a Iremamber Sykap, micronesio de 16 años, acto al que siguieron declaraciones de odio en las redes sociales. Un sacerdote católico de origen micronesio, el padre Romple Emwalu, incapaz de repetir el texto de uno de esos comentarios, afirmó simplemente que ‘era realmente desagradable y yo, como sacerdote, no quiero decir esas palabras […]. Pero era algo como que los micronesios son basura’», destacó, al indicar que «un año después del tiroteo, los jóvenes micronesios siguen sufriendo el discurso de odio y el hostigamiento, especialmente en los colegios públicos hawaianos, lo que provoca que la asistencia y la tasa de graduaciones sean bajas».
Futuro de la libertad religiosa
«La libertad religiosa está protegida en Micronesia, y el Gobierno reconoce la importancia de este derecho. Salvo por algunos incidentes relativamente menores, las perspectivas para la libertad religiosa en Micronesia siguen siendo buenas, y los grupos religiosos manifiestan en gran medida un fuerte compromiso con la convivencia pacífica. No obstante, la discriminación y el discurso de odio contra los jóvenes micronesios en Hawái podrían provocar tensiones en el futuro, y no solo los sacerdotes católicos, sino las autoridades civiles deberían actuar contra ello», enfatizó.
MICRONESIA: LIBERTAD RELIGIOSA.